jueves, 2 de abril de 2009

El Súper de Hidrocarburos dice que kits de GNV también son bombas de tiempo



La Superintendencia de Hidrocarburos alertó que no sólo los vehículos que funcionan con gas licuado de petróleo (GLP) se constituyen en una bomba de tiempo, sino también los que fueron transformados a gas natural vehicular (GNV). El riesgo se presenta principalmente en Cochabamba y Santa Cruz, donde los kits ya cumplieron su vida útil.

El 2 de julio de 2008, mediante el Decreto Supremo 29629, el Gobierno dispuso que a principios de este año comience la recalificación (revisión) y reposición del equipo de GNV que utilizan los vehículos, es decir, cilindro o tanque de almacenamiento, medidor de presión y switch conmutador del combustible, entre otras piezas; así como la conversión de los que todavía funcionan con otro tipo de carburante.

Esa normativa también creó un fondo y estableció un plazo de 180 días para que se elabore un reglamento a fin de dar inicio a esa tarea, pero no se cumplió. El Gobierno estima que el dinero recaudado hasta la fecha llega a unos 30 millones de bolivianos, pues por cada metro cúbico de GNV vendido, 20 centavos van a esa bolsa.

La falta de recalificación de los equipos de GNV pone en riesgo a la población ante una inesperada explosión. En la Superintendencia de Hidrocarburos y un taller de conversión afirmaron que el daño es mayor que el ocasionado por una garrafa de gas licuado de petróleo (GLP).

El secretario ejecutivo de la Federación de Choferes de Cochabamba, Édgar Zurita, reconoció que tienen problemas con los kits caducados, pues datan, en algunos casos, de hace 15 años. Acusó al Ejecutivo de haber incumplido en la ejecución de la recalificación.

Guillermo Aruquipa, superintendente de Hidrocarburos, también admitió la necesidad de hacer una verificación técnica del estado de los equipos de GNV porque algunos caducaron.

“Aquí, ahorita, hay dos bombas de tiempo: uso del GLP y uso del GNV, de los kits que no están recalificados”.

El propietario de la importadora y taller de conversión a GNV Tecno Centro, Gustavo Sejas, explicó que ese aparato tiene una vida útil de cinco años. Pasado ese tiempo se debe hacer una revisión especializada para determinar si existe oxidación o deformaciones internas y si la pieza puede usarse por otros cinco años o debe desecharse.

En caso de haber algún tipo de desperfecto, el cilindro puede explotar por la presión del gas.

Sin cifras

El dirigente del autotransporte cochabambino explicó que la conversión de la matriz energética a GNV comenzó hace diez años. Dijo que entonces los talleres particulares instalaron los equipos con una garantía de hasta 15 años, cuando en realidad su vida útil es de cinco años, por lo que corresponde hacer una verificación.

Explicó que en el valle sólo existen dos talleres para la recalificación, pero son particulares y cobran 50 dólares.

Aruquipa dijo que el precio incluso puede llegar a los 800 bolivianos.

Ni la Superintendencia de Hidrocarburos, ni los choferes del transporte público tienen una idea clara sobre cuántos motorizados representan un riesgo para los usuarios.

Sin embargo, a la fecha, de acuerdo con la versión de los conductores, existen 55.000 motorizados del transporte público y privado en el país que funcionan con GNV. Se estima que esa cifra va en ascenso porque otros 1.000 coches al mes optan por transformar sus vehículos para el uso del gas natural.

Aruquipa anunció que el Gobierno trabaja en una normativa que permitirá dar solución a este problema, la que estaría lista en los próximos días.

El equipo para el uso del gas debe pasar controles

Los autos cuya matriz energética de gasolina o diésel fue transformada a gas natural vehicular (GNV) tienen que pasar por procesos de control para certificar su buen funcionamiento y precautelar la seguridad del usuario.

El propietario de la importadora y taller de recalificación Tecno Centro, Gustavo Sejas, explicó que las normas internacionales establecen la necesidad de hacer un proceso de recalificación cada cinco años a partir de la fabricación de un cilindro para GNV porque después de ese tiempo existe un desgaste de todo el equipo que es necesario evaluar.

Explicó que se trata de hacer un examen exhaustivo que permite observar si hay oxidación o deformaciones internas que afecten el correcto funcionamiento de los mecanismos.

Esta verificación está fijada en el Decreto 29629 de reconversión a GNV, el cual aprueba la creación de un fondo para ese fin.

Según Sejas, cada año los vehículos deben pasar por una revisión menos detallada en la que sólo se evalúa el buen funcionamiento de todas las piezas del equipo para gas natural (kit). Si están en buenas condiciones, se les entrega una roseta y un carnet donde están registrados todos los datos del equipo, entre ellos la procedencia, marca, año de fabricación y el nombre del propietario del auto.

Sin embargo, explicó que si un vehículo tiene un cilindro que debe ser recalificado, no se le debe entregar el certificado de evaluación y, más bien, se lo debe despachar a un taller que haga dicha revisión.

De acuerdo con Sejas, el problema es que no hay talleres ni en La Paz ni en Santa Cruz, sólo se establecieron dos en Cochabamba.

Un cilindro de GNV que ya cumplió su tiempo de vida útil puede estallar por una alta presión del gas natural en el interior.

Aunque este combustible no produce fuego en la misma intensidad que el gas licuado de petróleo (GLP), una explosión puede provocar mayor daño porque existe alta presión en su composición. Esto significa que no sólo puede causar quemaduras sino destrozos.

Apuntes

Un kit de GNV está compuesto de cinco partes: un switch conmutador del combustible.

También de un regulador de presión y de una unidad de mezcla de aire y GNV.

Está compuesto además por un cilindro o tanque para almacenar el carburante.

Este equipo, según la Superintendencia y los talleres, tiene una vital útil de cinco años.

Sin embargo, la conversión a gas natural vehicular data de hace 10 a 15 años.

Por ello, los choferes expresaron su preocupación porque los kits son bombas de tiempo.

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