Alguien tendría que dar una explicación coherente sobre la situación de la planta de urea y amoniaco instalada en Bulo Bulo, muy cerca del Chapare, con un costo, hasta ahora, de 953 millones de dólares.
Tan costosa planta comenzó a operar en septiembre de 2017 y debía haber producido, si lo hacía con la capacidad instalada para la que se pagó un total de 816.666 toneladas de urea pero sólo produjo, según el informe del Gobierno, 232.724 toneladas, es decir 28,48 por ciento, dice Los Tiempos.
El detalle más preocupante surgió de los datos sobre el transporte de carga desde la planta, contradictorios con los que ofrece el Gobierno en sus diferentes niveles, comenzando por los exitistas datos del vicepresidente, los frenéticos arranques de optimismo del ministro del ramo y los escuetos pero falsos informes del Presidente de YPFB.
El vicepresidente dijo ante periodistas de uno de los canales de TV del gobierno que la planta de Bulo Bulo operó utilizando 80 % de su capacidad instalada, lo que resulta contradictorio con los datos sobre el transporte.
La carga es llevada por camiones de propiedad de cocaleros del Chapare desde Bulo Bulo hasta Montero en vista de que el ferrocarril que debía unir esos dos puntos sigue, desde hace seis años, con un “avance de obra” de 64 %, y extrañamente no se ha movido.
El ferrocarril no existe pero YPFB tiene comprados 500 contenedores y 250 vagones de carga desde 2015, sin poderlos usar, aunque hayan sido pagados al contado. Estos gastos no han sido incluidos en el informe oficial sobre la inversión realizada hasta ahora.
La empresa pidió al propietario del ferrocarril que va de Montero a Puerto Quijarro una rebaja de 24 por ciento en el flete de transporte, pero el señor Carlos Gill dijo en Asunción que el pedido recibió una respuesta negativa de su empresa.
Los camioneros chapareños exigen un incremento de los fletes y un mejoramiento de la logística de carga y descarga, lo que evitaría que la urea se humedezca y haya que pagar otro contrato a empresas que deben resolver el problema, información que ha sido puesta en la más absoluta reserva por parte del gobierno. En fin, todo un desastre.
El consumo interno solamente absorbió 25.000, dice el Gobierno, pero los empresarios del sector agrícola no saben por qué el precio de venta dentro del país es más caro que el de exportación, de 383 dólares la tonelada.
Según las más recientes cifras del INE, el promedio del precio de exportación de urea a octubre fue de 267 dólares la tonelada. El precio llegó a su punto más bajo en junio cuando alcanzó los 230,73 dólares la tonelada. El INE solo ofrece cifras a octubre de 2018.
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