En 2014, el presidente Juan Evo Morales en un acto público aseguró que las inversiones realizadas por su Gobierno en la industrialización del gas, específicamente en la construcción de las plantas de separadora de líquidos y la planta de urea y amoniaco, se recuperarían en plazo máximo de dos años. El mandatario hizo estas declaraciones el 1 de septiembre de ese año.
Es más, incluso se animó a proyectar utilidades netas por $us 1.000 millones, por la exportación de GLP y urea. Sin embargo, en cinco años después esto no se cumplió. De acuerdo con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a EL DEBER, las exportaciones entre ambos productos, en los periodos 2015 -2018, llegó a $us 203,11 millones.
Según los números de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) la inversión en la construcción de las dos plantas separadoras de líquidos, (la de Río Grande y Gran Chaco) y la planta de urea y amoniaco en Bulo Bulo (Cochabamba) llegó a $us 1.837,22 millones.
En este contexto, las ventas externas cubrieron cerca de un 11% de lo que destinó el Estado en la industrialización del gas. El dato está lejos de la meta autoimpuesta por el jefe de Estado.
Observaciones a los proyectos
¿Pero qué factores han hecho que las metas planteadas con entusiasmo desde el Ejecutivo no se cumplan?, la respuesta en la que coinciden las personas consultadas por EL DEBER, es unánime: la falta de conocimiento de los mercados de estos dos productos y los problemas de operación que han tenido las plantas productoras.
Por ejemplo, la planta de urea que se inauguró en septiembre de 2017, hasta la fecha paró en cuatro oportunidades por diferentes problemas técnicos.
El senador opositor, Oscar Ortiz, duda incluso los resultados obtenidos por el complejo petroquímico en su primer año de operación plena.
Según un informe presentado por el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, en 2018 se vendieron cerca de 264.000 toneladas métricas (TM) de urea. El mercado interno consumió 25.000 TM y se exportaron más de 239.000 TM, a Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay.
Por estas operaciones, solo en el negocio del fertilizante, este ministerio calculó ingresos por $us 78 millones para el Estado.
Ortiz, cuestionó las cifras presentadas por Sánchez.
Es más, sostuvo que si se revisan las estadísticas oficiales de comercio exterior en Brasil, el principal comprador de urea, las exportaciones apenas llegan en promedio a 12.000 mensuales. Afirmó que hasta noviembre de 2018 el valor de los envíos del insumo fue de $us 28,5 millones, por un volumen de 97.000 TM.
Los datos del INE discrepan de las cifras de ambas autoridades. La institución, reportó que durante el 2018 las exportaciones de urea, en valor, ascendieron a $us 50,2 millones, por un movimiento de 182.601 TM.
Freddy Castrillo, secretario de hidrocarburos de la Gobernación de Tarija (departamento productor de gas) y región donde se ubica la planta separadora de Gran Chaco, informó que el complejo actualmente opera a un 30% de sus capacidad instalada.
Esta planta se ubica en el municipio de Yacuiba, su construcción demandó $us 694,2 millones. Entró en operación en 2015. De acuerdo a las especificaciones técnicas, puede producir 2.247 Toneladas Métricas Día (TMD) de Gas Licuado de Petróleo (GLP) y procesar 32 millones de metros cúbicos día de gas natural.
Cuando la planta iba ingresar en operaciones, la estatal YPFB proyectó ingresos por $us 245 millones, por la exportación de este carburante.
Pero el Ministerio de Hidrocarburos, reportó $us 48 millones por la comercialización a los mercados de Paraguay, Uruguay, Perú y Argentina, a los cuales se vendieron 91.640 TM de GLP.
Pero los datos del INE, discrepan otra vez con los números de este Ministerio, porque las ventas externas registradas por la institución llegan a $us 42 millones.
“Las plantas de Gran Chaco y Río Grande no cumplen las expectativas que se han generado por el Gobierno nacional y menos en los departamentos productores”, señaló Castrillo, al evaluar los resultados por la venta de GLP.
Para la autoridad tarijeña, el Gobierno no fue capaz de conseguir mercados ni garantizar el funcionamiento de esta planta a su máxima potencia. Hizo hincapié de que la baja producción obedece a la falta de gas natural.
“El ministro Sánchez se paseó por el mundo buscando más mercados, para el gas y el GLP, los ofreció a Argentina, Perú, Chile. Pero sin resultados”, afirmó.
Víctor Hugo Añez, representante de la Gobernación en el directorio de YPFB, detalló que la estatal mantiene en reserva la información sobre ambas plantas.
“No hay un manejo transparente de la información”, se quejó.
“Se debió buscar mercados”
El exministro de hidrocarburos, Guillermo Tórrez, precisó que los bajos resultados se deben a fallas en el área comercial en el interior de Yacimientos.
Para la exautoridad el mayor error que cometió YPFB, en ambos casos, fue el de no lograr un contrato a largo plazo que garantice ingresos permanentes.
Explicó que en el caso de la urea, es un negocio muy afectado por los costos de transporte. Por eso la mayoría de las industrías en el mundo están cerca de costas o lugares con acceso a puertos de ultramar.
En Bolivia la planta se encuentra ubicada en Cochabamba, lejos de Puerto Suárez, frontera con Brasil, (que actualmente es el principal comprador). Hasta allá, el producto se traslada por vía férrea y caminera.
Esto sube los costos del producto, en especial en el mercado interno, en donde según Tórrez se adquiere el fertilizante a mayor costo que el de exportación.
Explicó que cuando se piensa en producir algún derivado del gas, lo primero que se debe hacer es alianzas estratégicas.
“Esto significa asociarnos con los compradores, hacer contratos a largo plazo y conseguir buenos precios”, matizó.
En el negocio de GLP, afirmó que el mayor problema es la falta de materia prima. “La planta de Gran Chaco no tiene suficiente gas”, agregó. Al igual que la venta de urea, cuestionó que en el negocio de GLP no exista un contrato a largo plazo con Paraguay, el principal comprador.
“Faltó manejo de modelos de planificación. No se llegaron a acuerdos (comerciales) con anticipación. Nunca hay que poner una planta sino se tiene un mercado”, afirmó a la exautoridad.
De acuerdo a datos del INE, entre 2017 y 2018 las exportaciones de GLP bajaron de $us 54,4 millones a $us 42,5 millones.
Descargo no llegó
Para este reportaje, se envió un cuestionario a YPFB el 2 de enero. Comunicadores de la estatal, indicaron que responderían la consulta, pero hasta el cierre de esta edición no se pudo conseguir la versión de la empresa estatal.
Pero el pasado 29 de diciembre de 2018, el Ministerio de Hidrocarburos, en acto público informó que los recursos generados por la industrialización de gas en 2018 llegaron a $us 193,6 millones.
“Se consolida la industrialización y en 2019 estaremos incrementando estos ingresos”, dijo Sánchez.
En los primeros días del año, el presidente Morales, anunció que el Gobierno programó $us 9.500 millones para fortalecer Yacimientos, rumbo al bicentenario del país, en 2025.
Evo justificó esa inversión porque la renta petrolera creció de $us 674 millones en 2005 a 2.200 millones en el 2018, a pesar de los bajos precios del petróleo.
Cifras
2.200
Millones de dólares, fue la renta petrolera durante la gestión 2018, según cifras oficiales
9.500
Millones de dólares, es la proyección programada por el Estado, hasta el 2025 para Yacimientos
Los productores esperan un mejor precio por el fertilizante
Para 2019 los productores agrícolas esperan adquirir a un mejor precio la urea nacional. De acuerdo a la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), en 2018 los costos siguieron siendo altos para el sector productivo. La tonelada de este fertilizante en el mercado interno bordeó, entre los $us 350 y 400, mientras que para la exportación el precio manejado fue de $us 250. “No hemos conseguido un precio justo todavía, pese a que nos reunimos permanentemente, con los ejecutivos de YPFB y últimamente con el ministro de hidrocarburos (Luis Alberto Sánchez”, afirmó Richard Paz, presidente de Anapo.
El productor detalló que incluso los soyeros propusieron a la estatal adquirir el fertilizante al mismo precio de exportación, más los impuestos de ley, puesto en la planta de Bulo Bulo. El sector agrícola, según datos de Anapo, demandó alrededor de 20.000 TM anuales de urea en los últimos cinco años. Sin embargo, pese a tener una producción nacional, la demanda no subió. Freddy García, presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), dijo que la mayoría de los productores declina de comprar el producto por la demora en los trá- mites que tienen que realizar para adquirir el producto y sus costos. En una nota de prensa, de la estatal YPFB, señaló que la urea producida en nuestra planta de Bulo Bulo, una vez puesta en el mercado, es en promedio 20% más económica que la importada desde Perú. Por ejemplo, el quintal de la urea importada está a Bs 210 y 230, mientras que la producida en nuestro país se encuentra a Bs 161.
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