Bolivia y Argentina negocian la posibilidad de concretar nuevos acuerdos respecto a la venta de gas natural, como la ampliación del contrato vigente más allá de 2030 y la apertura de nuevos mercados a través de empresas privadas.
La información fue dada a conocer el miércoles por el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, quien señaló que el lunes sostuvo una reunión con el secretario de Energía de Argentina, Javier Iguacel, y el presidente de la empresa Integración Energética Argentina SA (IEASA), exEnarsa.
“Se habló de cumplir el contrato y el volumen de gas que se debe entregar (3,76 trillones de pies cúbicos-TCF, por sus siglas en inglés), pero no hasta 2026, sino más allá de 2030, ya que los despachos serían estacionales, es decir, un determinado volumen en verano y otro en invierno”, declaró a los periodistas después de salir del gabinete ministerial.
Destacó que las relaciones con Argentina son “muy cordiales” y que en ese marco se avanza en oportunidades para renovar el contrato e ingresar a nuevos mercados a través de empresas privadas.
Mas tarde, en conferencia de prensa, Sánchez detalló que en la reunión que sostuvo con Iguacel y el presidente de IEASA se pidió que este país notifique con tres meses de anticipación las nominaciones de gas que demandará tanto en invierno como en verano para no alterar los volúmenes de producción y reservorios que tiene Bolivia.
“En verano, cuando hay mucha lluvia, ellos generan su energía con hidroeléctricas y el consumo de gas baja de 180 millones de metros cúbicos (MMmc) en invierno a 120 MMmc. Entonces ése es el problema, cuando las nominaciones bajan bruscamente afectan a los reservorios bolivianos”, explicó la autoridad.
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