jueves, 16 de agosto de 2018

Bolivia registró más hitos en la producción e ingresos por el gas




En los últimos 12 años, Bolivia registró récords en indicadores tanto en la producción de gas natural como en los ingresos de la renta petrolera para el Estado, gracias al impacto de la nacionalización de los hidrocarburos en 2006.

Según el Ministerio de Hidrocarburos, la producción de gas natural se duplicó de 30 millones de metros cúbicos por día (MMmcd) en 2005 a más de 60 MMmcd en 2017; asimismo, los ingresos de la renta petrolera también registraron un incremento de $us 4.500 millones en 2006 a $us 36 mil millones a mayo de este año.

El titular de esta cartera, Luis Alberto Sánchez, indicó, el 6 de agosto de este año, que de los $us 36 mil millones que recibió el Estado, $us 18 mil millones se distribuyeron entre las gobernaciones, municipios y universidades para proyectos como escuelas, infraestructura caminera, plazas, puentes, áreas verdes.

En cuanto a producción de gas, señaló que la duplicación de 30 MMmcd a más de 60 MMmcd permitió incrementar el abastecimiento en el mercado interno de 3 MMmcd en 2005 a un promedio de 12 a 13 MMmcd en la actualidad.

Gas para los bolivianos

Respecto a los principales impactos de la política de nacionalización de los hidrocarburos, el ministro Sánchez recordó que una de las primeras medidas fue expandir la cobertura de gas domiciliario a escala nacional.

En el marco de la política “Gas para los bolivianos”, a mayo de este año se reportaron 454 mil instalaciones en el altiplano, 261 mil conexiones en los valles y más de 175 mil en el oriente, detalló.


“A nivel nacional tenemos 891 mil conexiones (de gas domiciliario), que benefician a más de 4,2 millones de bolivianas y bolivianos”, resaltó la autoridad de Gobierno.

Respecto al cambio de la matriz energética vehicular, Sánchez señaló que en Bolivia existen más de 380 mil vehículos que funcionan a gas natural vehicular (GNV), lo que contribuye al cuidado del medioambiente y representa un ahorro significativo en la economía de los transportistas y usuarios.

En el período 2011-2018, la Empresa Ejecutora de Conversión a Gas Natural Vehicular (EEC-GNV), la única autorizada para realizar recalificaciones, hizo el mantenimiento a casi 90 mil vehículos a escala nacional, de acuerdo con la cartera de Hidrocarburos.

El país logra dar el salto a la industrialización

La nacionalización de los hidrocarburos permitió transformar la estructura económica de Bolivia y logró consolidar el proceso de industrialización del gas natural y otras materias primas, resaltó el presidente Evo Morales en su discurso del 1 de mayo de este año.

Con la recuperación del gas, Bolivia superó el déficit en la producción de gas licuado de petróleo (GLP) y se convirtió en exportador de ese producto con las plantas separadoras de líquidos Gran Chaco (Tarija) y Río Grande (Santa Cruz).

Río Grande inició operaciones comerciales en 2013 y está orientada a cubrir la demanda interna, mientras que Gran Chaco, de mayor capacidad, comenzó a producir GLP en 2015 y fue diseñada para la exportación del combustible.

Gran Chaco es la tercera planta más grande de Latinoamérica. Construida en más de 74 hectáreas (ha), puede procesar 32,2 MMmcd de gas para producir 2.247 toneladas métricas por día de GLP y 3.144 toneladas métricas por día de etano, además de 1.044 barriles de isopentano y 1.658 barriles diarios de gasolina.

Gracias a esa producción, el país exporta actualmente GLP a los mercados de Perú, Paraguay, Uruguay y Argentina, a este último desde abril de este año, según Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Con la puesta en operación de las plantas separadoras de líquidos Río Grande y Gran Chaco se sentaron las bases para la industrialización de los hidrocarburos. En ese marco, en septiembre de 2017 se inauguró la Planta de Urea y Amoniaco, y con ello se consolidó el proceso de industrialización.

El complejo petroquímico, que industrializa el gas natural, está instalado en Bulo Bulo, del departamento de Cochabamba. La construcción del proyecto, que fue diseñado para producir 2.100 toneladas métricas por día de urea granulada, demandó una inversión de $us 953 millones.

De toda la producción de la planta de agrofertilizantes, cerca del 10% al 15% se destina al mercado interno y el resto se exporta, principalmente, a los mercados de Brasil, Uruguay, Paraguay, Argentina y Perú.

En junio de este año, el presidente de YPFB, Óscar Barriga, dijo que con la demanda de urea de los cinco países más las ventas en el mercado interno, alrededor del 85% —cerca de 600 mil toneladas— de la capacidad productiva anual del complejo de Bulo Bulo estaría destinado a la comercialización, tomando en cuenta que la producción por año es de alrededor de 700 mil toneladas métricas.

“Bolivia ingresó en 2017 en la era de la industrialización de los hidrocarburos con la Planta de Amoniaco y Urea, y la planta de Tuberías y Accesorios de Redes y Gas, que no hubieran sido posibles sin un previo proceso de preparación con la puesta en marcha de las plantas separadora de líquidos de Río Grande y Gran Chaco, y la planta de gas natural licuado (GNL)”, manifestó el Ministro de Hidrocarburos.

La autoridad anunció que la cartera que dirige en coordinación con YPFB presentará este mes el plan de desarrollo de proyectos de industrialización, que en las próximas décadas permitirá al país dar un salto y avanzar en la transformación de los recursos en productos con valor agregado.

“El año pasado fue la era de la industrialización; 2018 será el año de los combustibles verdes. Con todo este trabajo podemos afirmar que Bolivia es el corazón energético de Sudamérica”, expresó la autoridad con referencia al proyecto etanol, un esfuerzo del Gobierno nacional con el empresariado privado de Bolivia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario