martes, 8 de marzo de 2016

Achá: Nadie en su sano juicio desmantelará otra vez YPFB



Guillermo Achá asumió la presidencia de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tras la traumática muerte de Carlos Villegas y con apenas 32 años. Un año después de pilotar la empresa más poderosa del país, Achá se encuentra cómodo a medida que se empiezan a generar resultados. Siempre en sintonía con el ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez y con el propio presidente Evo Morales, multiplicar las reservas de gas y petróleo para garantizar el éxito de las negociaciones con Brasil es su principal desafío, también la inminente industrialización. Guillermo Achá se sentó a hablar de todo, sin tapujos, con un equipo de El País en una de sus recientes visitas a Tarija. Este es el resultado.

El País (EP).- Vivimos un escenario complejo de precios a nivel mundial, vamos hacia una renegociación de contratos con Brasil, hay incertidumbre sobre las reservas hidrocarburíferas. ¿Qué fórmula está trabajando el gobierno para enfrentar esta situación?
Guillermo Achá (GA).- Brasil no es una adversidad, es una oportunidad. Brasil necesita del gas boliviano. Abastecemos el 30 por ciento. Es remoto que ellos puedan prescindir de nosotros por los costos de importación, licuefacción, etc. En todo ese contexto hay que considerar la negociación como una oportunidad. Así nos lo planteamos. Tenemos un contrato con Petrobras que tiene 30,5 (millones de metros cúbicos diarios – MMCD), en 2019 va a cambiar el contexto, el contrato no va a ser solo con Petrobras sino con otro tipo de clientes. Vamos a poder contar con precios diferenciados. Vamos a proveer al sector industrial, a los de generación eléctrica, etc, y a los comercializadores de este gas a los diferentes proveedores pequeños en Brasil. En ese contexto lo vemos como una oportunidad.
En el tema de los precios, sí hay que tener en cuenta que nuestro gas está ligado a la apreciación de los fuel del WTI (West Texas Intermediate cotizado en Nueva York). La apreciación está sometida a una periodicidad de tiempo sobre la cotización, que en el caso de Argentina y Brasil es de tres meses y seis meses, esto hace que haya afectado al gas de exportación. Para hacer frente a esto estamos haciendo una fuerte inversión en toda la cadena de hidrocarburos. Es importante porque de ser un país importador de GLP (Gas Licuado de Petróleo) por el que se tenía que pagar una subvención importante, hoy es un exportador.
En ese sentido, el déficit es menor. Esto también va a pasar con todo lo que es GNL (Gas Natural Licuado). Hemos inaugurado la obra en Santa Cruz. Vamos exportarla en un 75-80 por ciento y generará ingresos. De igual forma, en esta gestión entran los fertilizantes de la planta de Bulo – Bulo que tiene un avance del 80 por ciento y pensamos terminar en septiembre. Hay dos tecnologías complejas que necesitan cuatro o cinco meses de prueba así que esperamos entrar en operación comercial de la planta a fin de año y eso serán nuevos ingresos.
En cualquier caso, el proyecto más importante, el que ya marca lo que es el salto a la industrialización del país es la planta de polipropileno que va a instalarse en el Chaco y que va a permitir mayores ingresos porque ya no va a ser una materia prima sino un proyecto industrializado como son los polímeros, los plásticos, que van a generar industria también dentro del país.
Por ello, los factores externos que se señalan como posibles riesgos es depende de cómo los tomemos y cómo los enfrentemos. Bolivia ha tenido la suficiente buena administración y eficiencia para superar esta situación coyuntural y hacer frente.

EP.- Sobre el tema de reservas ¿Cómo está avanzando el plan presentado en el Congreso de YPFB en 2015?
GA.- Se está cumpliendo. Hay que tomar un período antes del 2015, antes de la certificación. En 2006 las reservas decían llegaba hasta los 26 TCF (trillones de pies cúbicos por sus siglas en inglés). Siempre han sido irreales, infladas para beneficiarse en la cotización en la bolsa de valores. Se ha decidido hacer una verdadera certificación en 2009 y la de 2013 que fue de 10,45 TCF.
Con seguridad yo le digo que vamos a cumplir porque con estos dos años ya tenemos por encima de 2 TCF nuevos, si bien no certificados pero ya descubiertos: Margarita 7 y 8, todo lo que es descubierto por YPFB Andina, YPFB Chaco y lo que hacen las subsidiarias es continuar con todo el tema de exploración.

EP.- Se ha hablado también de que Petrobras iba a abrir la posibilidad de que Bolivia sea socia en Tres Lagunas y en las petroquímicas que van abriéndose y que funcionan con los licuables tarijeños. ¿Es real, es posible?
GA.- Tres Lagunas es una petroquímica que está en el suroeste de Brasil, en el área de interés de exportación de la urea. No está en operación. Tiene un 65 por ciento de construcción. Las últimas partes son las más complicadas tanto en la construcción, inversión y la etapa de pruebas, etc. Nosotros hemos recibido la oferta de Petrobras de tener esta sociedad.
Nosotros hemos considerado que en el balance del 2019 cuando tengamos esta renegociación tengamos el volumen para entregar a esta industria y dentro de este volumen se tenga también una mejor precisión de nuestro gas.
Hay que considerar que todo el abastecimiento de urea que se tiene en Brasil es exportado y también con una producción nacional. Entonces ahí también se apertura una posibilidad de tener un segmento de mercado que pueda tener una mayor apreciación que la actual. De momento está en negociación. Reitero, tenemos que ver las condiciones.
Lo bueno del acuerdo comercial es que se pueda tener una distribución del mercado de urea dentro de lo que es el Brasil, asegurando que nuestro producto siempre se va a mantener con un buen precio, mercado seguro en ese país.

EP.- Sobre la exploración no convencional. Escuchamos primero a Carlos Villegas abrir la posibilidad de experimentar en Bolivia, después escuchamos tajantes declaraciones de Juan Ramón Quintana contra el fracking. ¿Cuál es la posición actual de YPFB? ¿Ya hay alguna empresa trabajando?
GA.- Hay que tomar con mucho cuidado el tema de la recuperación secundaria, con el contexto actual. Es una tecnología que no es una exploración habitual, es más cara y hoy no sería tal vez conveniente realizarla. Sin embargo nosotros estamos realizando estudios de factibilidad en algunos campos, ya maduros, poder contar con una recuperación secundaria.
¿Quién está haciendo esto? Lo está haciendo YPFB Andina y YPFB Chaco. Obviamente las operadoras es complicado que asuman este sistema con el riesgo que comporta la inversión, sin embargo nosotros tenemos la responsabilidad como YPFB y estamos haciendo las evaluaciones previas para, en el caso de que haya buenos resultados y tengamos una recuperación de producción comercial que pueda beneficiar tanto a la balanza de nuestra producción de gas y a la economía del país, poder realizarlo.
De todas maneras es importante resaltar que estas tecnologías que se están utilizando y principalmente la exploración habitual, en nuestro país, a diferencia de lo que está pasando en la región, no se ha estancado sino que están avanzando.

EP- Mencionaba que el momento de la industrialización llegará con la planta petroquímica de polipropileno. ¿Ya hay plazos, cuánto tenemos que esperar y que se está perdiendo en la exportación en estos momentos?
GA.- El resultado de la nacionalización es también poder tener una planificación sobre el sector. Con la nacionalización se ha recuperado toda la cadena de hidrocarburos, exploración, explotación, empresas de transporte, de almacenaje, de comercialización que estaban totalmente disgregadas y YPFB estaba desmantelada. Una vez terminado ese proceso se ha establecido cual va a ser la inversión en todos los eslabones de la cadena considerando una fuerte inversión en todo lo que es exploración y explotación. Esto se ha hecho, antes teníamos 30 MMCD de gas natural y hoy producimos cerca de 60 MMCD. Esta producción no podría haber sido efectiva si es que no se hubiera invertido en toda la cadena. En transporte, en almacenaje, en las refinerías, etc. Se ha completado una fuerte inversión y se ha dado inicio a lo que es la industrialización con las plantas de separación. La planta de Río Grande en 2013, la planta de Gran Chaco en 2015, la planta de Bulo Bulo este año y hoy, habiendo convocado la planta de polipropileno después de haber acabado inmediatamente la planta de separación.
¿Por qué no tenemos retraso en esta planificación? Porque nosotros teníamos que tener la planta de Gran Chaco para establecer las condiciones de producción del GLP que vamos a extraer y que va a ser la materia prima para las plantas de polipropileno. Hubiera sido un costo demasiado alto si hubiéramos iniciado una planta de polipropileno y luego la producción no hubiera estado garantizada. Hoy tenemos una garantía de producción, podemos iniciar con la ingeniería de una planta que si se quiere el principal insumo es la composición de la materia prima que tenemos en Gran Chaco y que ya es efectiva y que podemos tenerla de forma fehaciente para darle al tecnólogo y que haga todo el diseño del proceso del polipropileno tiene que ser en función a esta producción entonces, prácticamente, hasta el mes de mayo, nosotros esperamos lanzar la licitación internacional de la planta. Esta planta tiene dos tecnologías, tiene la tecnología del propileno y la del polipropileno.
Son tres años de construcción. Hasta la gestión 2021 vamos a tener la planta de manera efectiva. Yo creo que es central la planificación que ha hecho Bolivia porque ha ido avanzando de forma adecuada, escalonada, tratando de garantizar la materia prima, y el desarrollo de la industria nacional, porque no podemos hacer esto sin ellos. No podríamos someternos a un proceso de construcción de varias plantas porque tampoco se tiene la capacidad de las empresas de garantizar todos los servicios. Hoy si podemos decir que se pueden garantizar en varios proyectos de la cadena. Hoy sí podemos hacer frente a una planta de polipropileno porque sí tenemos empresa nacional que puede acompañar el proceso. Hace cinco años no.
El desarrollo no ha sido solo en hidrocarburos sino que ha sido en todo lado, ese círculo virtuoso que ha permitido el desarrollo en lo que es la actividad privada, empresas de ingeniería, todos hemos crecido con YPFB.

EP.- ¿De qué forma YPFB garantiza la continuidad de los proyectos?
GA.- Yo, en un contexto político, la garantía de la planificación de lo que ha sido un plan hoy de desarrollo, del Vivir Bien instaurado por Morales… la responsabilidad que se tenga es que esto no se puede parar. Nadie en su sano juicio va a venir otra vez a desmantelar a YPFB, o nadie en su sano juicio va a decir que no es conveniente continuar con este proceso de industrialización.
Nosotros sí esperamos que continúe el presidente Evo Morales, porque él ha sido el que ha instaurado toda esta planificación y visualizado todos estos proyectos pensando en el pueblo boliviano.

EP.- En general, ¿cómo está la relación con Argentina tras los cambios de gobierno?
GA.- La relación está muy bien, se había tenido una deuda importante de todo lo que es el gas exportado que llegaba a 300 millones de dólares. Hoy está por debajo de los 100 millones de dólares. Fue el compromiso que se alcanzó en diciembre en Argentina, ENARSA nos dijo que terminaría marzo saldando las deudas que se tenían. Lo está cumpliendo. Diariamente estamos recibiendo pagos de hasta 8 millones de dólares. La predisposición de la nueva administración es buena para mantener la relación. Otra vez, la demanda que tiene Argentina es muy importante, la participación que tiene nuestro gas en su mercado por un largo plazo va a seguir siendo necesario. Yo sé que se especula mucho, que si Chile va a regalar gas a la Argentina, que si no va a haber buena relación, que si esto, etc, etc. Esas apreciaciones no me preocupan porque los costos de licuefacción y de transporte están muy por encima de lo que cuesta llevarlo desde Bolivia.

EP.- En resumen ¿Está garantizado el proceso de exploración, producción, etc de hidrocarburos en relación al megaplan eléctrico, la exportación a otros países, el escenario del litio y mantener los mercados de exportación?
GA.- Bolivia tiene un potencial muy importante de reservas de gas por encima de los 60 TCF. Qué estamos haciendo nosotros. Estamos en 86 proyectos en 63 áreas que solo están abordando el 50 por ciento de ese potencial. 30 TCF. Si nosotros hoy no tuviéramos ningún descubrimiento inclusive tuviéramos un plazo mayor de 10 años, tener este escenario, entregar a Brasil, Argentina, consumo interno, etc. Bolivia y Tarija durante muchos años van a ser un escenario muy importante en la distribución de gas a la región, y eso nos hace que podamos tener la garantía de suministro principalmente lo que va a ser el sector eléctrico que se ha hablado de exportación de energía eléctrica y el insumo más importante para esto va a ser el gas natural.

EP.- En términos de ecología, en cuanto a pasivos ambientales, se ha logrado remediar entre 7 y 10 sobre 200. ¿Cómo está ese trabajo?
GA.- Dentro de lo que son los contratos de operación, nosotros tenemos una cuenta a la que va destinada desde el primer mes de operación un capital que es obligado tenerlo disponible para el tratamiento de todos los pasivos ambientales cuando se abandone el campo. Entonces ya contractualmente está garantizado que los pasivos ambientales van a ser atendidos y es así como se está estableciendo con todos los contratos que no estén en operación o que en una actividad de exploración previa a confirmar un contrato se pueda llegar a tener pasivos que son atendidos por las empresas operadoras de YPFB. Todos los contratos que tenemos tienen previsiones, se están atendiendo y no tenemos ningún pasivo ambiental llamado como tal que no esté siendo atendido.
“Las auditorías petroleras
las damos por vencidas”

EPEN.- Sobre los costos recuperables. Todas las empresas presentes hasta el 1 de mayo de 2006 a esa fecha tenían inversiones por amortizar (por inversiones hechas entre 1997 y 2006). ¿Ya han amortizado esas inversiones con la producción de estos diez años?
GA.- Hay que hacer la evaluación por cada uno de los campos, no se puede hacer algo general de cómo ha sido porque los contratos que se han firmado consideran un anexo G que contempla todo lo que es la inversión previa a la etapa de la nacionalización, por cada campo se ha tenido una amortización de cada uno de los activos, muchos de ellos ya de propiedad de YPFB.

EPEN.- Sobre el punto dos preguntas: ¿la cifra del Anexo G firmado en 2006 son las resultantes de las auditorías petroleras que se hicieron precisamente para verificar esas inversiones? Y la segunda, ¿esos costos recuperables de mayo de 2007 a la fecha ya están consolidadas e informadas como dice la Ley de Desarrollo Sostenible de la actividades hidrocarburíferas?
GA.- El decreto decía que debía hacerse una auditoría externa para verificar las inversiones. Esa auditoría externa debía ser firmada en un acta de reconocimiento de toda esa inversión por YPFB. Ese procedimiento ha sido efectivo, sino no hubiéramos podido avanzar con todo lo que han sido los pagos a cuenta de los nuevos costos recuperables. Esa etapa ya la damos por vencida.

EPEN.- Entonces las auditorías se han cumplido, YPFB las ha recibido y se han suscrito actas que han validado las cifras del anexo G
GA.- Claro, porque los contratos ya contemplan esos anexos.

EPEN.- Pero el Anexo G reportaba una cifra sujeta a confirmación o modificación en base a la verificación de la auditoría que realizaba el Ministerio de Hidrocarburos…
GA.- No. Es un pago a cuenta en realidad lo que se señala, un pago a cuenta que debe hacerse con unas auditorías que nosotros tenemos que terminar y que tenemos que re liquidar si se quiere. Estas auditorías que nosotros tenemos que hacer por normativa y que debemos tener hasta dos años después de terminado el período con satisfacción puedo decir que desde el anterior año hemos tenido una campaña exhaustiva para poder cerrar todas las auditorías. Hoy ya estamos con las auditorías de 2012 totalmente terminadas y pronto a concluir la de 2013. Estas auditorías después de la interna se hace la externa y se hace la liquidación correspondiente. Podemos decir que si estamos al día y no tenemos retrasos.

EP.- El ex presidente Paz Zamora hace unas semanas recordó que en su gestión en el 90 y en el 91 se informó al país del descubrimiento del campo San Alberto y un año después de Sábalo. Esos fueron descubrimientos hechos por YPFB años antes de la capitalización. Y en las auditorías petroleras se detalló eso pero sin embargo en los contratos estaba en los gastos de inversión a amortizar a Petrobras y Repsol inversiones como si ellos hubieran descubierto los mismos. ¿Que se hizo al respecto?
GA.- A ver, esa es la historia de todos los campos, no solamente de San Antonio y San Alberto sino Margarita también ha sido descubierta por un trabajador que hoy es trabajador de YPFB, que es Asterio Ayaviri, que es un experto en la evaluación de recursos hidrocarburíferos. En concreto creo que el error más grande que se ha cometido es firmar estos contratos en función de la anterior ley donde prácticamente el Estado recibía el 18 por ciento porque han sido establecidos como nuevos reservorios.
Eso se ha cambiado en los contratos de operación actuales el porcentaje de participación de las empresas operadoras es solamente el 20 por ciento. Ningún político conociendo bien la materia podría destacar este hecho.

EP.- En consecuencia, las auditorías revelaron precisamente eso y establecieron que entre lo que decían las empresas y lo que determinaron las auditorías había más o menos una diferencia de 1.540 millones de dólares. ¿Esa diferencia se logró consolidar a favor del Estado en los nuevos contratos?
GA.- Si, sólo se han conservado los costos asociados al desarrollo de esos campos.


el
PERFIL

Nombre
Guillermo Achá
Nacimiento
La Paz, 20 de julio de 1981
Profesión
Licenciado en Administración de Empresas. Cursó una maestría en Petróleo y Gas en la Universidad Privada Boliviana y otros estudios de Marketing y Finanzas en la Univalle convenio Universidad de La Plata.
Actividad
Presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos

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