El presidente interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, arribó a Uruguay el lunes para negociar la venta a ese país de más de 316.516 metros cúbicos diarios de gas natural.
No obstante, esa exportación también depende de que Argentina establezca medidas legales que permitan el paso del energético hacia territorio uruguayo, existiendo ya un acuerdo verbal entre ambos países, que debe formalizarse con una ley por parte del Gobierno nacional de Buenos Aires.
“Uruguay es un buen mercado a pesar de ser pequeño”, sostuvo Villegas al diario uruguayo El País On Line al momento de llegar a Montevideo.
El diálogo para un convenio gasífero entre YPFB y el Gobierno uruguayo se da en el marco de la renovación del acuerdo Urupabol (Uruguay-Paraguay-Bolivia) que data de 1963 y que fue renovado en agosto de 2008.
En la primera reunión de los tres países se estableció impulsar la construcción de un gasoducto, el proyecto de la hidrovía y lograr compromisos de complementación comercial.
El ministro de Hidrocarburos, Óscar Coca, informó el 21 de octubre que existe el interés del Banco Mundial (BM), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para apoyar el estudio de construcción del gasoducto que pasará por Paraguay.
Confirmación
El embajador uruguayo en Bolivia, Diego Zorrilla, confirmó a La Prensa que, evidentemente, existe el interés de su país por recibir gas boliviano. Dijo que no tenía conocimiento de reuniones de autoridades uruguayas con Villegas, sin embargo, informó que hay una negociación plena con Argentina y con Bolivia.
Hace tres semanas que el Gobierno argentino estableció un acuerdo verbal para permitir que el gas sea transportado por uno de sus gasoductos hasta Montevideo, explicó el Embajador uruguayo.
En su declaración a la prensa uruguaya, Villegas explicó que el único “inconveniente” para exportar el gas es la falta de una disposición argentina, que defina las condiciones de tránsito del gas natural hacia Uruguay.
Arancel o tarifa
Zorrilla aclaró que uno de los puntos que faltan definir, dentro del acuerdo con Argentina, es el cobro de un arancel o de una tarifa de tránsito por el paso del gas por territorio vecino.
Si fuera un arancel, sería un impuesto comercial por la importación, como en cualquier otro producto que Uruguay compre de Argentina. En criterio del diplomático uruguayo, el pago de un arancel encarecerá el precio de venta del gas.
La otra opción (tarifa) significará pagar un monto por el uso del gasoducto argentino.
Zorrilla afirmó que la definición sobre arancel o tarifa deberá estar en el acuerdo final, e incluso éste tendría que ser una ley.
El ducto actual que permite llevar gas de Bolivia a Argentina tiene una capacidad máxima de 7,5 millones de metros cúbicos de gas diarios (Mmcd). Sin embargo, el uso es mínimo por la baja demanda desde ese país, en un promedio de 3 Mmcd.
Entre Argentina y Uruguay existen dos gasoductos: el primero es el Federico Slinger, también denominado del Litoral, construido en 1998.
El otro gasoducto argentino es el denominado Cruz del Sur, que se extiende desde un punto cercano a Buenos Aires, más precisamente Punta Lara, en la región de La Plata.
Los mercados del gas caen
Los países de la región acuden a otros combustibles y energéticos alternativos al gas natural, situación que deja a Bolivia sin mercados alternativos para exportar gas.
El analista en hidrocarburos Hugo del Granado, en una columna publicada en La Prensa, afirma que la producción boliviana es afectada por la incursión del LNG (gas líquido) que es más barato que el gas natural. El 3 de septiembre, el LNG se cotizó en el Henry Hub de Estados Unidos a 2,5 dólares el millón de unidades térmicas británicas (BTU) y el gas se cotizó en cinco dólares el millón de BTU.
Chile inauguró la semana pasada su planta de LNG de Quinteros y, según información de la prensa internacional, dejó de demandar gas desde Argentina.
Ese país bajó en octubre su consumo de gas natural incluso a 1,9 millones de metros cúbicos por día (Mmcd), cuando la capacidad de su ducto es de 7,5 Mmcd.
Brasil tampoco subió la importación de gas a los 30 Mmcd que establece el contrato GNA con Bolivia. El promedio actual se mueve entre 22 y 20 Mmcd.
Este bajo consumo se mantiene desde enero de 2009, pese al anuncio de que se elevaría a medio año.
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