EL DEBER
La estatal brasileña petrolera Petrobras Bolivia informó de que realiza un proceso de reestructuración de su planta de funcionarios, actualmente son unos 400, lo que implica la distribución de memorándums de despido.
Además, hizo conocer que la medida de recorte de personal de mando medio para abajo -que inició hace dos meses y que culminará en octubre, tocará a todas las áreas sin excepción (finanzas, administración, comunicación entre otros sectores). No se precisó la cantidad de personal que será separadas.
También se hizo notar que todos los que salieron y los que saldrán son y serán parte de un programa de reinserción laboral en otras firmas, apoyados por Petrobras.
EL DEBER pudo conocer extraoficialmente que la decisión de Petrobras obedece a tres factores fundamentales: la venta de las refinerías Guillermo Elder Bell, de Santa Cruz, y Gualberto Villarroel, de Cochabamba; la salida de la cadena de comercialización (mayoreo y al detalle) de combustibles; y la migración a la nueva Ley de Hidrocarburos.
Además, que el número de los memorándums de despido era significativo y que el mayor porcentaje recaía en los funcionarios que en su momento fueron parte de Petrobras Bolivia Refinación (PBR), que tenía bajo su administración las refinerías de Santa Cruz y Cochabamba, que no lograron ser reubicados en la estructura de la estatal brasileña.
La estatal brasileña petrolera Petrobras Bolivia informó de que realiza un proceso de reestructuración de su planta de funcionarios, actualmente son unos 400, lo que implica la distribución de memorándums de despido.
Además, hizo conocer que la medida de recorte de personal de mando medio para abajo -que inició hace dos meses y que culminará en octubre, tocará a todas las áreas sin excepción (finanzas, administración, comunicación entre otros sectores). No se precisó la cantidad de personal que será separadas.
También se hizo notar que todos los que salieron y los que saldrán son y serán parte de un programa de reinserción laboral en otras firmas, apoyados por Petrobras.
EL DEBER pudo conocer extraoficialmente que la decisión de Petrobras obedece a tres factores fundamentales: la venta de las refinerías Guillermo Elder Bell, de Santa Cruz, y Gualberto Villarroel, de Cochabamba; la salida de la cadena de comercialización (mayoreo y al detalle) de combustibles; y la migración a la nueva Ley de Hidrocarburos.
Además, que el número de los memorándums de despido era significativo y que el mayor porcentaje recaía en los funcionarios que en su momento fueron parte de Petrobras Bolivia Refinación (PBR), que tenía bajo su administración las refinerías de Santa Cruz y Cochabamba, que no lograron ser reubicados en la estructura de la estatal brasileña.
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