La empresa petrolera Repsol-YPF pagará de forma extrajudicial ocho millones de dólares a los inversionistas estadounidenses que la demandaron el año pasado por la reducción en un 25 por ciento del cálculo de sus reservas, especialmente de las que tenía a su cargo en Bolivia.
Según el diario El Mundo de Madrid, a cambio de recibir el dinero, los abogados de los beneficiados se comprometieron a no emprender nuevas acciones legales en contra de la firma.
En enero de 2006, Repsol anunció que sus reservas probadas de petróleo y gas eran un 25 por ciento inferiores a lo estimado en libros. Pasaron de 4.926 millones de barriles equivalentes de petróleo a 3.672 millones, es decir, 1.254 millones de barriles menos.
La empresa argumentó entonces que la mayor parte del recorte se concentró en Bolivia (52 por ciento) debido a la incertidumbre política que se generó a raíz de la promulgación de la Ley de Hidrocarburos (17 de mayo de 2005) y el anuncio de la nacionalización del gas y el petróleo, que posteriormente se materializó en mayo de 2007.
El 41 por ciento de la reducción de reservas de la petrolera corresponde a las revisiones en Argentina, el 4,7 por ciento a Venezuela y el 2,2 por ciento al resto del mundo.
En ese entonces, el presidente de Repsol-YPF, Antonio Brufau, comunicó al organismo rector de Wall Street, la Securities and Exchange Commision (SEC), que inició una investigación interna para acordar una cifra definitiva de reservas y determinar posibles responsabilidades.
Luego de conocer la situación de la firma, sus accionistas del Wall Street le iniciaron una demanda colectiva que tuvo repercusión internacional. Según la web Telam, se acusó a la empresa de haber realizado “declaraciones erróneas y falsas con el objetivo de inflar artificialmente el valor de sus acciones”.
El año pasado, el ex ministro de Hidrocarburos Andrés Soliz Rada denunció que Repsol-YPF infló las reservas de gas natural y petróleo de Bolivia con el fin de mejorar su cotización en la Bolsa de Nueva York.
El diario El Mundo precisó que tras un año de pesquisas, la actual dirección de Repsol-YPF acabó refrendando los datos que presentó Brufau, de la pérdida de 1.254 millones de barriles.
El matutino precisó además que la multinacional accedió a realizar el desembolso, consciente del daño que le iba a generar una interminable pugna en los juzgados. Inicialmente, la firma se empeñó en eludir la confrontación con los juristas estadounidenses, quienes son duchos en casos semejantes y acostumbran obtener indemnizaciones millonarias de grandes corporaciones.
Repsol-YPF temía que le fuera a pasar lo que a la petrolera Shell que, en su momento, también sufrió las consecuencias de un recorte radical de sus reservas. Y acabó desembolsando 352 millones de dólares (más de 258 millones de euros) por compensaciones.
La filial en Bolivia no se pronunció ayer sobre el caso.
Según el diario El Mundo de Madrid, a cambio de recibir el dinero, los abogados de los beneficiados se comprometieron a no emprender nuevas acciones legales en contra de la firma.
En enero de 2006, Repsol anunció que sus reservas probadas de petróleo y gas eran un 25 por ciento inferiores a lo estimado en libros. Pasaron de 4.926 millones de barriles equivalentes de petróleo a 3.672 millones, es decir, 1.254 millones de barriles menos.
La empresa argumentó entonces que la mayor parte del recorte se concentró en Bolivia (52 por ciento) debido a la incertidumbre política que se generó a raíz de la promulgación de la Ley de Hidrocarburos (17 de mayo de 2005) y el anuncio de la nacionalización del gas y el petróleo, que posteriormente se materializó en mayo de 2007.
El 41 por ciento de la reducción de reservas de la petrolera corresponde a las revisiones en Argentina, el 4,7 por ciento a Venezuela y el 2,2 por ciento al resto del mundo.
En ese entonces, el presidente de Repsol-YPF, Antonio Brufau, comunicó al organismo rector de Wall Street, la Securities and Exchange Commision (SEC), que inició una investigación interna para acordar una cifra definitiva de reservas y determinar posibles responsabilidades.
Luego de conocer la situación de la firma, sus accionistas del Wall Street le iniciaron una demanda colectiva que tuvo repercusión internacional. Según la web Telam, se acusó a la empresa de haber realizado “declaraciones erróneas y falsas con el objetivo de inflar artificialmente el valor de sus acciones”.
El año pasado, el ex ministro de Hidrocarburos Andrés Soliz Rada denunció que Repsol-YPF infló las reservas de gas natural y petróleo de Bolivia con el fin de mejorar su cotización en la Bolsa de Nueva York.
El diario El Mundo precisó que tras un año de pesquisas, la actual dirección de Repsol-YPF acabó refrendando los datos que presentó Brufau, de la pérdida de 1.254 millones de barriles.
El matutino precisó además que la multinacional accedió a realizar el desembolso, consciente del daño que le iba a generar una interminable pugna en los juzgados. Inicialmente, la firma se empeñó en eludir la confrontación con los juristas estadounidenses, quienes son duchos en casos semejantes y acostumbran obtener indemnizaciones millonarias de grandes corporaciones.
Repsol-YPF temía que le fuera a pasar lo que a la petrolera Shell que, en su momento, también sufrió las consecuencias de un recorte radical de sus reservas. Y acabó desembolsando 352 millones de dólares (más de 258 millones de euros) por compensaciones.
La filial en Bolivia no se pronunció ayer sobre el caso.
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