Documento: En exclusiva, las diapositivas entregadas por Ryder Scott a YPFB, en las que se explica el porqué de la baja.
Una interpretación de los datos entregados por la consultora Ryder Scott Company a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), realizada por el ingeniero petrolero Hugo Del Granado, señala que las empresas petroleras que operan en Bolivia, incluida YPFB Andina, pudieron haber admitido una baja en las reservas de gas natural de entre once y ocho trillones de pies cúbicos (TCF, ver infografía de la página 7).
El informe más reciente hecho por una consultora sobre el tema es de DeGolyer MacNaughton, en 2005, que avaló que las reservas probadas llegaban entonces a 15,07 TCF. La anterior semana, el presidente de YPFB, Carlos Villegas, señaló que las reservas gasíferas alcanzan a 12,8 TCF y reveló que se solicitó una enmienda al estudio reciente de la Ryder Scott.
De acuerdo con el método empleado por esta empresa estadounidense especializada en medir reservas de gas y petróleo, y puesto en duda por la estatal petrolera, además de realizar una verificación documental sobre campos desarrollados, obtiene información de las propias operadoras que señalan su estimación sobre volúmenes de reservas.
La Ryder Scott determinó que las reservas de gas natural alcanzan a 8,35 TCF, y las operadoras extranjeras señalaron que llegan a 11 TCF. Del Granado destacó que el tercer grupo consultado y con opinión técnica fue el de los “asociados”, empresas que tienen alianzas de negocios con las operadoras, y entre las cuales se encuentra YPFB Andina: ellas determinaron que las reservas ascienden a 8 TCF.
En conclusión, la Ryder Scott determinó un volumen de reservas que se encuentra entre la estimada por las petroleras extranjeras y las asociadas, pero la empresa estatal pidió un resultado definitivo que será conocido en una semana aproximadamente, según anuncios de Villegas.
Del Granado recordó que Villegas expresó su desacuerdo con el informe de la Ryder Scott, pero no consideró en su análisis las opiniones de las petroleras y asociadas que informaron sobre volúmenes cercanos al dato que sacudió a las esferas de decisión en el sector energético.
En el documento de la compañía estadounidense, que en exclusividad fue entregado a La Prensa por Del Granado, se describe también que los mayores campos gasíferos en el país son San Antonio y San Alberto, en Tarija, con 2,6 y 1,2 trillones de pies cúbicos, respectivamente.
El “cuento” de los increíbles 54,9 TCF
Siete años después de la conclusión del proceso de capitalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), un sentimiento triunfalista dominó el ambiente de la actividad energética. Como efecto de las inversiones extranjeras atraídas por un precio del petróleo cotizado a la par del mercado internacional, la actividad cobró importancia.
En el año 2003, las reservas probadas y probables de gas natural en Bolivia ascendieron a 54,9 trillones de pies cúbicos (TCF). Sólo bastaron siete años de actividad hidrocarburífera para aumentar las reservas de 5,7 trillones de TCF registradas en el año 1997 a los 54,9 TCF de 2003. La magia de la inversión externa en el orden de 835 millones de dólares por la asociación de YPFB con los operadores externos multiplicó las reservas de hidrocarburos y algunas compañías inscribieron este recurso energético en las bolsas de valores estadounidenses como su patrimonio, y a la par proyectaron ambiciosos negocios.
Bolivia tenía la segunda reserva más grande de gas en el continente sudamericano, sólo después de Venezuela, y ese potencial le habría permitido convertirse en un proveedor del energético a los mercados de Brasil, Argentina, México y Estados Unidos.
La semana pasada, el presidente de la estatal petrolera, Carlos Villegas, expresó que Bolivia dejó de ser una potencia gasífera y reiteró la existencia de 12 TCF. A principios de 2006, la empresa certificadora de reservas DeGolyer MacNaughton, en un informe correspondiente al 31 de diciembre de 2005, anunció que las reservas probadas en el territorio boliviano eran de 15 TCF, un dato rechazado por Yacimientos Petrolíferos Bolivianos y que determinó la rescisión de contrato con esta empresa evaluadora.
¿Cómo se midieron las reservas de gas?
Las reservas de gas se estiman por los métodos analógico, volumétrico y comportamiento del campo. La consultora Ryder Scott Company usó el método de comportamiento del campo a través de la ecuación de medición, ecuación de balance de materia (MBE Total Structure), que es un método de evaluación con fines académicos de demostración. El estudio entregado a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) duró 240 días y consistió en análisis en los cuatro megacampos del territorio nacional. La estatal petrolera pagó 3,9 millones de dólares por la tarea de evaluación.
El equipo de geólogos y expertos en yacimientos de la Ryder Scott pidió inicialmente la información a las empresas petroleras de los megacampos y campos menores. Después realizaron un análisis y un estudio propio y, en los casos en que tuvieron dudas, volvieron a pedir datos a los operadores de los megacampos y campos pequeños. La Ryder Scott hizo la suma del volumen de gas que existe en los campos Margarita y Huacaya. La empresa sumó los volúmenes de los megacampos Margarita, en Tarija, y Huacaya, en Chuquisaca, porque considera que están interconectados y son un solo campo, y a ellos agregó los campos de San Antonio, San Alberto e Itaú, estos últimos en Tarija.
El dato de 6,926 trillones de pies cúbicos (TCF) corresponde a los campos mayores (revisar infografías de la anterior página) y sumó a los 1,415 TCF de los campos menores. Juntos arrojan el resultado de 8,341 TCF, que la Ryder Scott redondeó en 8,35 TCF. El Gobierno sostiene que las reservas de gas natural alcanzan a 12,8 TCF, a los que considera suficientes para abastecer el mercado externo y el consumo interno.
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