La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó ayer que invertirá un millón de dólares para cerrar “los pasivos ambientales y la remediación” de los pozos SAN-3 y SAN-31, ubicados en el límite del Parque Nacional Aguaragüe.
“La implementación del proyecto se regirá a los requisitos y normas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios (SABS), pero tenemos un millón de dólares para llevar a cabo el proyecto de cierre de los pasivos ambientales”, informó Mario Catari, director nacional de Medio Ambiente de YPFB.
Según el informe de ABI, la autoridad explicó que el pasado viernes se publicó la segunda convocatoria para la consultoría de Identificación, Caracterización y Propuesta de Remediación de Pasivos Ambientales, que tiene el objetivo de ubicar, diagnosticar, proponer y remediar los pasivos ambientales ocasionados por la actividad hidrocarburífera, en todo el país.
Agregó que la consultoría permitirá actualizar la información de la magnitud del problema, así como los costos de la “remediación”, para que YPFB pueda gestionar fondos propios y de otros ministerios e incluso de organizaciones internacionales, para tratar el tema.
Catari dijo que existen entre 350 a 400 pasivos ambientales que no fueron tratados adecuadamente en otras gestiones.
“Es por eso que queremos hacer este diagnóstico que ubicará los pozos, dará a conocer las condiciones actuales en las que se encuentran, si hay contaminación, las medidas más idóneas para su cierre técnico y la remediación si es que se detecta contaminación de los suelos contiguos”, explicó.
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