Santa Cruz / El Deber.- El país experimenta una dura realidad en la producción petrolera. En los anteriores tres años, la producción de líquidos se contrajo de 50.756 barriles por día (Bbld) a sólo 41.029, lo que equivale a una caída del 20 por ciento.
Los volúmenes tienden a seguir en descenso, pues se calcula que 30 pozos petroleros de los 70 existentes en Bolivia están en declinación, lo que obligará a YPFB a incrementar las importaciones de diésel, gasolina e incluso GLP, opinan los analistas del área.
El Gobierno admite los problemas, pero es optimista de que hasta 2011 las cosas puedan mejorar.
Con datos de YPFB y del Ministerio de Hidrocarburos y Energía, el analista Carlos Alberto López sostiene que la rápida contracción en la producción de líquidos en 2009 se atribuye en parte a la caída coyuntural de las exportaciones de gas natural a Brasil a partir de diciembre anterior.
Empero hace notar que la producción nacional de líquidos ya venía sufriendo una inexorable disminución a partir de 2006 a causa del colapso en la inversión, de la previsible declinación de la producción en campos antiguos primordialmente petroleros y a causa del estancamiento de los anteriores tres años en la obtención de gas natural.
Mientras la producción de campos como Margarita, Sábalo y San Alberto pasó, entre 2002 y 2007, de 3.727 Bbld a 28.018 Bbld en 2008, la de los campos en declinación, algunos descubiertos inclusive hace 40 años, se contrajo de 28.986 Bbld en 2002 a 11.642 Bbld en el primer semestre de 2009.
El informe cita, por ejemplo, la declinación de los campos antiguos como Paloma, Río Grande, Víbora y Bulo Bulo, que continuó al primer semestre de 2009, pues pasó de un 79,9% de participación en la producción total de líquidos en 2002 a 28,5% este año; la producción de Margarita, Sábalo y San Alberto se incrementó desde el 10,3% en 2002 a 60,8% del total en 2009.
Entretanto, otros más antiguos prácticamente se agotan, y a septiembre anterior, la producción de petróleo de Petrobras descendió de 8.307 a 7.141 barriles.
La causa principal del bajón es la falta de inversiones importantes en exploración y desarrollo en los anteriores cuatro años, coinciden los expertos Álvaro Ríos, Carlos Sánchez, Boris Gómez, la Fundación Milenio e incluso la propia Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH).
2009 marca el punto en el que, por primera vez en su historia, Bolivia cubre el 25% de su demanda interna de combustibles con importaciones de diésel y gasolina especial debido al descenso en la producción de líquidos.
Ante tal situación, las petroleras, principalmente las subsidiarias de YPFB, se ven obligadas a efectuar nuevas intervenciones en algunos campos en declinación para lograr una mayor duración de éstos.
El Deber envió cuestionarios a YPFB, Repsol y Petrobras, sin embargo no se obtuvo respuesta. La primera dijo que contestaría esta semana.
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