El Gobierno y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) confirmaron la importación de 3.000 a 6.000 garrafas diarias de gas licuado de petróleo (GLP) de Argentina, y los surtidores de La Paz enfrentan un racionamiento de gas natural vehicular (GNV) a pesar de los 22 millones de pies cúbicos adicionales por día que recibe occidente desde mayo.
Según ABI, el viceministro de Comercialización de Hidrocarburos, Williams Donaire, informó que el país compra entre 30 y 40 toneladas de GLP (3.000 a 4.000 garradas por día), aunque YPFB anunció la compra de hasta 6.000 garrafas.
El Gobierno justificó la compra desde Argentina como una medida para evitar el desabastecimiento que se puede presentar por el alto consumo en época invernal.
El consumo promedio por día en Bolivia es de 110.000 garrafas. En La Paz llega a 40.000, aunque en invierno sube incluso a 50.000; la demanda en Santa Cruz asciende a 30.000 garrafas; la de Cochabamba, a 18.000, y en el resto del país se reparte lo demás.
De acuerdo con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, la provisión de GLP se efectúa a través de un acuerdo binacional y se lo obtiene a partir del gas que se exporta a Argentina.
Como el gas boliviano es húmedo, se lo transforma y se le extrae GLP en la planta Refinor y se lo devuelve al país.
El embajador de ese país en Bolivia, Horacio Macedo, explicó que este intercambio es factible porque en sus plantas existe la posibilidad de producir gas licuado de petróleo.
No supo precisar el costo que debe pagar Bolivia, pero no descartó que las adquisiciones duren tiempo más prolongado que el invierno puesto que la recepción de gas boliviano es continua y en los últimos días llegó a más de seis millones de metros cúbicos.
YPFB informó que la importación de gasolina de Chile y de GLP argentino se efectúa conforme a las necesidades del mercado, cuya demanda aumenta en invierno.
Según la Cámara Boliviana de Hidrocarburos, entre 2006 y 2008 la producción de líquidos se contrajo de 49.244 a 47.017 barriles diarios.
Esta declinación, señala, mermó a la oferta de gasolinas pesadas, diésel y jet fuel, el gas licuado y gasolinas vehiculares.
El gas licuado se puede extraer a partir de la refinación del petróleo o de la producción de gas natural, si éste es húmedo, en una planta separadora de líquidos.
Los surtidores de La Paz enfrentan, por su lado, un racionamiento de gas natural vehicular (GNV) debido a la imposibilidad de obtener un mayor suministro de gas natural y de instalar nuevas estaciones para atender la demanda.
El presidente de la Cámara Nacional de Estaciones de Servicio de GNV, Óscar Muñoz, explicó que “la restricción más alta que tiene La Paz es la falta de autorización de estaciones (de servicio) vehicular”, esto “bajo el argumento de que no tiene capacidad Yacimientos de abastecer este tipo de gas”.
Desde fines de mayo, el distribuidor de Senkata (El Alto) recibe cinco millones de pies cúbicos adicionales de gas natural por el inicio del funcionamiento de la adecuación del tramo III del oleoducto Carrasco-Cochabamba.
Este mínimo incremento (un cuarto del total de 20 MMpcd) se debe a que el Gasoducto Al Altiplano (GAA) llega a su mayor capacidad de transporte con este gas adicional.
Según Muñoz, el energético sólo se lo distribuye entre las empresas generadoras de electricidad y la industria cementera porque éstas ya tenían un déficit que ahora está cubierto. “Sólo estamos trabajando a requerimiento y consumo de las estaciones de servicio”.
Datos del sitio HidrocarburosBolivia.com revelan que la producción promedio de gas en junio fue de 40,1 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd); el consumo interno, de 6,40 millones, y las exportaciones a Argentina, de 5,15 millones y a Brasil, de 27,28 millones.
Sin embargo, en 12 de los 30 días del mes hubo un déficit de gas, fechas en las que desde el país brasileño demandó hasta 31 millones de metros cúbicos.
El consumo interno no bajó de 5 MMmcd, incluso en dos días subió a 7 MMmcd.
Según Muñoz, el requerimiento en cada surtidor es de 11.000 metros cúbicos día, que con las 115 estaciones se acerca a 1,2 MMmcd. Añadió que en la actualidad existe un mercado en crecimiento del parque automotor de 500 vehículos por año,
“Estamos en el tope y en un frágil equilibrio, un incremento del 5 por ciento del parque automotor podría llegar a colapsar con la capacidad de las estaciones de GNV”.
En Cochabamba se autorizó la apertura de tres o cinco estaciones, en Santa Cruz no había limitación hasta hace tres meses cuando empezó a faltar gas para atender la demanda.
El presidente de la Asociación de Surtidores (Asosur), Moisés Hidalgo, explicó que hasta el momento no se tuvo problemas de abastecimiento, pero YPFB empezó a nominar el requerimiento de gas de las estaciones de servicio y la industria bajo penalidades por mayor o menor consumo del energético solicitado, lo cual es una señal de que “no hay la suficiente cantidad de energético”. Los 115 surtidores en el país requieren un promedio de 20 millones de metros cúbicos al mes para atender a 100.000 vehículos.
La estatal retrocede en sanciones a estaciones
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) retrocedió en aplicar una sanción a los surtidores por el consumo mayor o menor del gas que adquieren, la que se estableció en un instructivo para realizar nominaciones de gas de redes.
La decisión la dio a conocer la Dirección de Comunicación de la estatal petrolera, que justificó la medida como una equivocación.
El presidente de la Asociación de Surtidores (Asosur), Moisés Hidalgo, señaló su preocupación porque las sanciones desincentivan la eficiencia de las estaciones de servicio. Expresó su acuerdo con una nominación para organizar el consumo, pero no con que se las sancione.
Los últimos días de mayo de este año, el jefe de Redes de Gas Santa Cruz de YPFB, Alejandro Rey Takesaco, envió una carta a los surtidores de esa ciudad en la que les informa de la obligación de nominar, es decir, fijar volúmenes de gas que se consumirán por día, por mes y por año conforme a los contratos de servicio. Añade que, de no cumplir estas cantidades, se procederá a sanciones y penalizaciones.
Hidalgo explicó que el límite para no ser sancionado estaba en 10 por ciento por encima de la nominación y en 3 por ciento por debajo; y que de sobrepasar la cifra se pagaba el doble de la tarifa, hasta 3,40 el millar de metro cúbico de gas. La norma se aplica en Tarija desde hace ocho meses.
LOS DATOS
Bolivia tiene mayor capacidad de producción de gas frente al petróleo.
Los líquidos que produce dependen de la cantidad de gas que pueda extraer del suelo.
Las dos plantas para producir gasolina y gas licuado de petróleo no se hacen realidad.
Según ABI, el viceministro de Comercialización de Hidrocarburos, Williams Donaire, informó que el país compra entre 30 y 40 toneladas de GLP (3.000 a 4.000 garradas por día), aunque YPFB anunció la compra de hasta 6.000 garrafas.
El Gobierno justificó la compra desde Argentina como una medida para evitar el desabastecimiento que se puede presentar por el alto consumo en época invernal.
El consumo promedio por día en Bolivia es de 110.000 garrafas. En La Paz llega a 40.000, aunque en invierno sube incluso a 50.000; la demanda en Santa Cruz asciende a 30.000 garrafas; la de Cochabamba, a 18.000, y en el resto del país se reparte lo demás.
De acuerdo con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, la provisión de GLP se efectúa a través de un acuerdo binacional y se lo obtiene a partir del gas que se exporta a Argentina.
Como el gas boliviano es húmedo, se lo transforma y se le extrae GLP en la planta Refinor y se lo devuelve al país.
El embajador de ese país en Bolivia, Horacio Macedo, explicó que este intercambio es factible porque en sus plantas existe la posibilidad de producir gas licuado de petróleo.
No supo precisar el costo que debe pagar Bolivia, pero no descartó que las adquisiciones duren tiempo más prolongado que el invierno puesto que la recepción de gas boliviano es continua y en los últimos días llegó a más de seis millones de metros cúbicos.
YPFB informó que la importación de gasolina de Chile y de GLP argentino se efectúa conforme a las necesidades del mercado, cuya demanda aumenta en invierno.
Según la Cámara Boliviana de Hidrocarburos, entre 2006 y 2008 la producción de líquidos se contrajo de 49.244 a 47.017 barriles diarios.
Esta declinación, señala, mermó a la oferta de gasolinas pesadas, diésel y jet fuel, el gas licuado y gasolinas vehiculares.
El gas licuado se puede extraer a partir de la refinación del petróleo o de la producción de gas natural, si éste es húmedo, en una planta separadora de líquidos.
Los surtidores de La Paz enfrentan, por su lado, un racionamiento de gas natural vehicular (GNV) debido a la imposibilidad de obtener un mayor suministro de gas natural y de instalar nuevas estaciones para atender la demanda.
El presidente de la Cámara Nacional de Estaciones de Servicio de GNV, Óscar Muñoz, explicó que “la restricción más alta que tiene La Paz es la falta de autorización de estaciones (de servicio) vehicular”, esto “bajo el argumento de que no tiene capacidad Yacimientos de abastecer este tipo de gas”.
Desde fines de mayo, el distribuidor de Senkata (El Alto) recibe cinco millones de pies cúbicos adicionales de gas natural por el inicio del funcionamiento de la adecuación del tramo III del oleoducto Carrasco-Cochabamba.
Este mínimo incremento (un cuarto del total de 20 MMpcd) se debe a que el Gasoducto Al Altiplano (GAA) llega a su mayor capacidad de transporte con este gas adicional.
Según Muñoz, el energético sólo se lo distribuye entre las empresas generadoras de electricidad y la industria cementera porque éstas ya tenían un déficit que ahora está cubierto. “Sólo estamos trabajando a requerimiento y consumo de las estaciones de servicio”.
Datos del sitio HidrocarburosBolivia.com revelan que la producción promedio de gas en junio fue de 40,1 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd); el consumo interno, de 6,40 millones, y las exportaciones a Argentina, de 5,15 millones y a Brasil, de 27,28 millones.
Sin embargo, en 12 de los 30 días del mes hubo un déficit de gas, fechas en las que desde el país brasileño demandó hasta 31 millones de metros cúbicos.
El consumo interno no bajó de 5 MMmcd, incluso en dos días subió a 7 MMmcd.
Según Muñoz, el requerimiento en cada surtidor es de 11.000 metros cúbicos día, que con las 115 estaciones se acerca a 1,2 MMmcd. Añadió que en la actualidad existe un mercado en crecimiento del parque automotor de 500 vehículos por año,
“Estamos en el tope y en un frágil equilibrio, un incremento del 5 por ciento del parque automotor podría llegar a colapsar con la capacidad de las estaciones de GNV”.
En Cochabamba se autorizó la apertura de tres o cinco estaciones, en Santa Cruz no había limitación hasta hace tres meses cuando empezó a faltar gas para atender la demanda.
El presidente de la Asociación de Surtidores (Asosur), Moisés Hidalgo, explicó que hasta el momento no se tuvo problemas de abastecimiento, pero YPFB empezó a nominar el requerimiento de gas de las estaciones de servicio y la industria bajo penalidades por mayor o menor consumo del energético solicitado, lo cual es una señal de que “no hay la suficiente cantidad de energético”. Los 115 surtidores en el país requieren un promedio de 20 millones de metros cúbicos al mes para atender a 100.000 vehículos.
La estatal retrocede en sanciones a estaciones
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) retrocedió en aplicar una sanción a los surtidores por el consumo mayor o menor del gas que adquieren, la que se estableció en un instructivo para realizar nominaciones de gas de redes.
La decisión la dio a conocer la Dirección de Comunicación de la estatal petrolera, que justificó la medida como una equivocación.
El presidente de la Asociación de Surtidores (Asosur), Moisés Hidalgo, señaló su preocupación porque las sanciones desincentivan la eficiencia de las estaciones de servicio. Expresó su acuerdo con una nominación para organizar el consumo, pero no con que se las sancione.
Los últimos días de mayo de este año, el jefe de Redes de Gas Santa Cruz de YPFB, Alejandro Rey Takesaco, envió una carta a los surtidores de esa ciudad en la que les informa de la obligación de nominar, es decir, fijar volúmenes de gas que se consumirán por día, por mes y por año conforme a los contratos de servicio. Añade que, de no cumplir estas cantidades, se procederá a sanciones y penalizaciones.
Hidalgo explicó que el límite para no ser sancionado estaba en 10 por ciento por encima de la nominación y en 3 por ciento por debajo; y que de sobrepasar la cifra se pagaba el doble de la tarifa, hasta 3,40 el millar de metro cúbico de gas. La norma se aplica en Tarija desde hace ocho meses.
LOS DATOS
Bolivia tiene mayor capacidad de producción de gas frente al petróleo.
Los líquidos que produce dependen de la cantidad de gas que pueda extraer del suelo.
Las dos plantas para producir gasolina y gas licuado de petróleo no se hacen realidad.
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