sábado, 9 de abril de 2011

Reservas de gas del país caen al sexto lugar en la región

La empresa Ryder Scott certificó oficialmente como reservas probadas de gas natural al 31 de diciembre de 2009 la existencia de 9,94 Trillones de Pies Cúbicos (TCF) que confirman el desplazamiento del país al sexto lugar con potencial gasífero en la región.

El presidente de YPFB, Carlos Villegas, y el ministro de Hidrocarburos, José Luis Gutiérrez, hicieron conocer ayer en Santa Cruz la cuantificación oficial, que no toma en cuenta descubrimientos de 2010.

El informe a su vez confirma la existencia de 13,65 TCF entre reservas probadas y probables y 19,9 TCF como posibles.

En 2004, Bolivia tenía reservas de 24,6 TCF, que la ubicaban en el segundo lugar detrás de Venezuela en la región. Sin embargo, en 2005 caen a 12,1 TCF.











Las autoridades justificaron el nivel de reservas como las reales debido a que en el pasado las petroleras que tenían el control de los hidrocarburos inflaron las mismas. Pero también aseguraron que la metodología empleada por Ryder Scott para hacer la cuantificación arrojó datos más precisos.





El pasado 31 de marzo, Página Siete publicó un análisis de la revista Petróleo y Gas de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos que daba cuenta en base a datos extraoficiales que el país había caído del segundo (detrás de Venezuela) al sexto lugar en reservas de gas, sólo por encima de Colombia (ver infograma).

Al respecto, el ministro Gutiérrez dijo entonces que “cuando se tenga el número de reservas, entonces se podrá catalogar qué lugar ocupa el país”.

Ayer la autoridad señaló que “no estamos en competencia, no estamos viendo quién produce más, quien produce menos, nosotros informamos la realidad de nuestros hidrocarburos”.

Por su parte Villegas reiteró que con el anuncio de las reservas certificadas, Bolivia pasa de la “ficción” de las cifras de la certificadora De Goyler y Macn Naughton (D&M) que “infló” aquellos datos para favorecer al proyecto de exportación Pacific LNG, a la “realidad”.

Garantizó que con los datos confirmados ayer se podrá cumplir con la demanda interna, los contratos de exportación con Argentina y Brasil hasta 2026.

Además, con la industrialización, una planta de urea, la transformación de gas a diésel y el proyecto del Mutún.

El total de la demanda generada en Bolivia y los mercados de exportación en los próximos 16 años será de 14,8 TCF, de acuerdo con un balance oficial que establece un consumo histórico promedio de 0,5 a poco más de un un TCF, por año.

Según YPFB, del total de los 19,9 TCF se deduce una oferta de, al menos, 15,5 TCF, si se toma en cuenta parámetros internacionales que consignan la estimación del 100% de las reservas probadas, más 50% de las reservas probables y 10% de las posibles.

El informe de Ryder Scott por otra parte certificó la existencia de 487,5 millones de barriles de condensado (asociado a la producción de gas natural) y 18,6 millones de barriles de petróleo (Mbbl) entre reservas probadas, probables y posibles.

Gutiérrez se limitó a reiterar que habrá más inversión en exploración para garantizar la producción de líquidos, cuando se le consultó cuál es el panorama en esta área. No se puede echar la culpa, dijo, a los “malos bolivianos”, que en el pasado no se preocuparon de lo que iba suceder con los hidrocarburos.

YPFB explicó que para la determinación de reservas entre 2004 y 2005 D&M solamente utilizó una metodología, basada en cálculos volumétricos.

Ryder en cambio contempló una metodología más exhaustiva con siete parámetros: perforación de nuevos pozos, datos adquiridos durante el desarrollo del campo, historial de producción, pruebas de potencial, datos de presiones, comportamiento de reservorios y datos y estudios geológicos.

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