domingo, 6 de noviembre de 2011

Gobierno eleva el costo del subsidio a los carburantes

Un equipo de investigadores afirma que las cifras que utiliza el Gobierno sobre el costo del subsidio a los hidrocarburos están infladas y que ese ítem representa, en la realidad, por lo menos la mitad de lo informado de manera oficial.

Los investigadores Carlos Arze, Juan Luis Espada, Juan Carlos Guzmán y Pablo Poveda, en un informe difundido por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), sobre el revertido “gasolinazo” de diciembre del año 2010, sostienen que el subsidio estatal anual del diésel y la gasolina, es menor al que divulga el Gobierno.

“La investigación ha estimado para el 2010 un monto de importaciones de 642,34 millones de dólares y un valor neto y máximo de subsidio de 222,78 millones de dólares para que las importaciones de diésel y gasolina especial no alteren los precios finales al consumidor en el caso de ambos combustibles”, dice el informe.

La explicación sobre la magnitud de un subsidio neto (valor de la importación de los carburantes – valor de venta de los carburantes en el mercado interno) es de 222 millones de dólares: 197 millones de dólares por el diésel y 25,56 millones por la gasolina.

“Si entendemos como valor real del subsidio el monto que finalmente erogará el Tesoro General de la Nación (TGN) para mantener equilibrado el precio del combustible en el mercado interno, encontraremos que la importación de diésel al precio ponderado de 92,18 dólares el barril habría superado los 560 millones de dólares. Si asumimos, además, que el 100 por ciento del diésel se comercializa al precio nacional de 3,72 bolivianos por litro, encontraremos que por la venta de este diésel en el mercado interno se recaudarán algo más de 370 millones de dólares, quedando un subsidio neto de 197 millones de dólares”, agrega.

Para el caso de la gasolina especial, la investigación ha calculado un monto máximo por importación de 74,82 millones de dólares y un monto de 25,56 millones de dólares para el subsidio neto a la importación de este combustible. Se afirma que el monto de subsidio neto de 222 millones de dólares representa sólo la mitad de lo anunciado oficialmente.

JUSTIFICACIÓN Según el estudio, “esta importante diferencia, que se debería a la omisión en el cálculo oficial de los valores que retornan al fisco por la venta de los combustibles y el cobro de impuestos, sugiere que la intención oficial fue la de justificar la magnitud del propio “gasolinazo”, que aumentó los precios internos de los combustibles a niveles incluso mayores a los vigentes en países desarrollados, cuya población goza de elevados ingresos”.

Los investigadores agregan, siempre citando el informe oficial del Gobierno, que de los más de 600 millones de dólares destinados a la importación en 2010, alrededor de 380 millones de dólares fueron para subsidios y que de éstos, hasta un monto de 150 millones salen del país por medio del contrabando, por lo que “el país se desangra” por los subsidios.

El estudio del CEDLA señala que el monto de subsidio aparente, en el caso del diésel, alcanza a 379,70 millones de dólares y en el caso de la gasolina especial a 49,44 millones, lo que suma un total aparente de subsidio de 429,14 millones. Explica que el combustible ingresa a una cadena de precios a la que se aplican márgenes de almacenamiento y distribución e impuestos para el Estado, de tal forma que el precio del combustible importado, en el caso del diésel, se incrementa en 32 por ciento.

Agrega: “La parte más importante de este incremento, (36,61 dólares por barril), será destinada al operador estatal (YPFB) y, principalmente, al TGN como impuestos (IEDH). En este sentido, resulta que el incremento por márgenes adicionales se de destina mayoritariamente a instituciones del Estado”. Los investigadores del CEDLA se preguntan si de acuerdo a esa hipótesis, “¿es correcto llamar subsidio a montos que se destinarán a instituciones del mismo Estado”.

Prevén que la subvención el 2012 sea de $us 650 millones

Según información oficial divulgada por el Ministerio de Hidrocarburos, la subvención estatal al precio interno de los hidrocarburos, este año podrá llegar a los 600 millones de dólares y el próximo año a los 650 millones de dólares. El año pasado fue de 380 millones de dólares.

Esos datos, dice el informe oficial de ese ministerio, serán compartidos por el presidente Evo Morales en la Cumbre con movimientos sociales que se tiene previsto realizar en el mes de diciembre próximo.

Otros datos oficiales sobre el problema de los subsidios a los carburantes dan cuenta que el costo promedio anual de la subvención se ubicó en 380 millones de dólares, asumidos por el TGN, el año pasado. De ese total, un 77 por ciento corresponde al diésel, un 10 por ciento a la gasolina y un 10 por ciento al gas licuado de petróleo (GLP).

El consumo de diésel se ha incrementado en 17 por ciento entre el 2006 y el 2010. Los sectores que demandan ese combustible son el transporte en un 65 por ciento, la agropecuaria en un 30 por ciento y la industria en un 5 por ciento.

LOS COSTOS El contrabando de diésel oil y gasolina representa, aproximadamente, el 50 por ciento de los volúmenes comercializados en el país, debido a la gran diferencia en los precios de venta al consumidor en los países vecinos. A fines del año pasado, el Gobierno boliviano estimó que mientras en Bolivia el precio del litro de gasolina es de 3,74 bolivianos, en Argentina era de 6,90 bolivianos, en Brasil de 10,52, en Perú y de 7,27 y en Chile de 9,36 bolivianos, lo que explicaría el masivo contrabando de estos carburantes. En cuanto al diésel se estimó que mientras en Bolivia, el litro cuesta 3,72 bolivianos, en Brasil el mismo litro cuesta 8,13 bolivianos, en Perú 4,53 bolivianos y en Chile 7,08 bolivianos.

El Gobierno gastó el año 2010 unos 666 millones de dólares por concepto de la importación de diésel oil y gasolina. Para este año se ha previsto un requerimiento de 1.000 millones de dólares. Debido al contrabando, el TGN subvenciona el consumo de combustibles de otros países.

LO PERDIDO Con el subsidio de 380 millones de dólares, del año pasado, se hubieran podido realizar dos millones de conexiones de agua potable y 1.600.000 conexiones de alcantarillado. O se hubiese podido construir 15 hospitales de tercer nivel, o construir 906 kilómetros de caminos pavimentados o generar más de 300 megawatios adicionales para el parque generador de hidroelectricidad.

Además, el Gobierno reveló una declinación sostenida en la producción de hidrocarburos líquidos. Por ejemplo, el año 2006 se produjo 10.205 barriles por día de petróleo crudo, el año 2007 se produjo 8.267 barriles por día, el año 2008 se produjo 7.993 barriles-día, el año 2009 5.626 barriles-día y el 2010 un total de 4.959 barriles-día.

En cuanto a condensado, el 2006 se produjo 30.567 barriles por día, el año 2007 se produjo 33.003 millones de barriles, el año 2008 se produjo 30.924, el año 2009 se produjo 28.155 barriles-día y el año 2010 se produjo 29.493. De gasolina, el año 2006 se produjo 7.784 barriles por día, el año 2007 se produjo 8.047 barriles, el año 2008 se produjo 8.160, el año 2009 se produjo 6.962 barriles y el año 2010 se produjo 8.216 barriles-día.

Exministro: presión aumenta por los precios externos

La presión de los precios internacionales de los hidrocarburos aumentó este año sobre la economía boliviana, con el consiguiente aumento del subsidio estatal a los hidrocarburos, según el exministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, quien es partidario de reajustar los precios internos en forma moderada y con compensaciones directas a los más pobres.

Señaló que en el último año los precios internacionales del petróleo no cayeron, “por lo tanto, los niveles de subsidio por unidad, por litro, se mantienen iguales o mayores a los del año pasado.

“La presión del subsidio no disminuye, tiende a incrementarse toda vez que Bolivia tiene uno de los precios más bajos de la gasolina y el diésel de Sudamérica. Por debajo de Bolivia sólo Ecuador y Venezuela, eso hace que tengamos una situación compleja, dado que el TGN debe comprar, a través de YPFB, caro afuera y vender barato acá”, explicó.

Por ello, agregó, se esperaría un incremento en el precio de la gasolina “para disminuir esta situación tan delicada, pero no un reajuste a nivel del que se intentó el año pasado de llevar a 6,50 bolivianos el litro de gasolina, sino a poco más de cuatro bolivianos. Aumentar en un boliviano el actual precio, que equivaldría a un reajuste de 30 por ciento, lo que si bien no soluciona el problema pero da una señal de hacia dónde debe ir la situación”.

Dijo que subir los precios de la gasolina y el diésel es complicado porque los pobres son los que más sufren los efectos, por lo que habrá que buscar mecanismos colaterales que ayuden a disminuir el costo social de una decisión de ese tipo. Recordó que en países como Brasil e Irán, se reajustó el precio de los hidrocarburos pero se adoptaron medidas sociales como el pago de bonos sólo para los más pobres, un subsidio directo que es menor al subsidio al precio de los carburantes.

A su vez señaló que en el pasado se hicieron ajustes de 20 y 30 por ciento lo que disminuyó la presión sobre el subsidio y sobre la demanda.

CONTROLES Respecto del contrabando de diésel y gasolina a países vecinos, informó que las cifras oficiales hablan de una duplicación del parque automotor. Quiere decir que la demanda interna está creciendo de manera galopante, aún cuando se cuiden las fronteras, los que es interesante, pero invito a comparar la Ceja de El Alto, la Pérez Velasco, el Prado de Cochabamba o las Siete Calles de Santa Cruz, cómo eran el 2005 y cómo están ahora en cuanto a parque automotor”.

“Las economías crecen galopantemente y eso presiona la demanda de gasolina y diésel que no es acompañada por una mayor oferta. Y sabemos que la producción de petróleo en el país está en franca declinación”, manifestó.

La exautoridad considera que el último mes hubo un ligero y marginal repunte en la producción de petróleo, “pero si uno ve la tendencia en el mediano plazo es de una caída notable, sobre todo en el petróleo que se utiliza para obtener el diésel oil”.

El exministro de Hidrocarburos también confirmó que pese a que no aparece en las estadísticas oficiales, es evidente que el país importa gasolina.

“Los datos oficiales hablan de importación de diésel oil y GLP. No hablan de importación de gasolina, pero si uno revisa las cifras de venta de gasolina y las cifras de refinación, encuentra que desde el 2009 y 2010 la producción está por debajo de las ventas”, agregó.

Concluyó que “hay un déficit que es abastecido con la importación no de gasolina como tal, sino de aditivos que se mezclan con la gasolina blanca en el país y forman la gasolina para el consumo boliviano, o quizás algunos volúmenes pequeños para importación de gasolina como producto final”.

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