El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, aseguró el miércoles que la administración que manejó las riendas de la estatal petrolera en la gestión 2017 engañó al país, al brindar la información que las reservas probadas de gas eran de 10,7 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés).
En una amplia entrevista en el programa Dinero 360, que se emite por EL DEBER Radio, Dorgathen relató que para realizar los estudios que arrojaron los datos de las reservas de 2022 y 2023 -presentados el 31 de diciembre pasado-, se hizo un análisis de las certificaciones que se realizaron durante algunos años de la presidencia de Evo Morales y se encontró que la certificación del año 2017 no coincidía con la realidad.
“Justamente por eso tardamos en hacer esta presentación (del 31 de diciembre), porque si nosotros hablamos de 10,7 (TCF) del 2017 y nosotros descontamos todo lo producido, no hemos encontrado nada (de reservas de gas), digamos que deberían haber 7 TCF (actualmente)”, resaltó, al reconocer que en 2021 no se realizó la certificación, como lo manda la Ley 3740.
“Entonces, ¿qué pasó? Simplemente nos engañaron. Hicieron algunas operaciones matemáticas, agregaciones probabilísticas, porque al final, ¿qué son las reservas? Las reservas probadas (P1) es 90% de probabilidad de ocurrencia, quiere decir que el volumen que yo tengo en el subsuelo, el 90% yo lo voy a poder extraer”, sostuvo el presidente de YPFB, mientras indicó que las reservas probables (P2) pueden tener un 50% de ocurrencia y las posibles (P3), un 10%.
Detalló que, como se trataba de un portafolio de proyectos, la dirigencia de ese entonces hizo “agregaciones probabilísticas” y agregaron un valor por encima del 90% a la P1, lo cual no está avalado por los organismos internacionales, como la Sociedad de Ingenieros Petroleros (SPE). “Y además, también en algunos campos se aumentaron los factores de recuperación, hubo algunas cositas que no estuvieron bien”, reveló.
Agregó que, de acuerdo a las recopilaciones de datos, desde el año 2016 se tenían índices de recuperación de reservas de 0,3, de 0,2 y de 0, lo que indica que se gastaron las reservas y no se repusieron.
“Desde el año 2016, hay miles de informes que nos dicen: 'hay que perforar 7 pozos por año', pero no se hizo porque hubo miedo de fallar”, apuntó, a tiempo de manifestar que, en ese entonces, en el imaginario de los ejecutivos dominaba el concepto de que “perforar un pozo seco es daño económico al Estado”.
“El problema fue relajarte y decir: 'Las empresas de afuera lo van a hacer'. ¿Por qué? Porque yo no quiero (gastar) 60, 70 millones de dólares, sale seco y me dicen (que cometí el delito) daño económico al Estado. No es daño económico al Estado. Perforas un pozo de 70 millones (de dólares), sale seco, no produce gas, pero la cantidad de información que has sacado, pagan los 70 millones. Porque vas a poder perforar otro pozo y probablemente ese salga positivo y te pague toda la inversión”, consideró.
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