domingo, 6 de noviembre de 2016

Samsung y Tecna enfrentan líos legales por subcontratos



Una decena de empresas de servicios petroleros del país viven una ‘asfixia económica’ debido a supuestas estafas millonarias de dos compañías de renombre internacional, Samsung Engineering Bolivia S.A. y Tecna Bolivia S.A. Ambos casos, por separado, son investigados por el Ministerio Público, según una investigación de EL DEBER.

Samsung, que construye la planta de urea y amoniaco en Bulo Bulo por un monto de $us 862,5 millones, la inversión más alta registrada en la historia de Bolivia, es acusada por estafar presuntamente a la firma Servicios Petroleros Bolivianos S.R.L (Serpetbol) $us 12,4 millones.
La compañía boliviana llegó a vender sus principales activos para hacer frente a la delicada situación, entre ellos se deshizo del hotel Caparuch, estancias ganaderas e inmuebles con tal de seguir adelante y pagar a cientos de trabajadores y seguir operando.

En septiembre de este año el juzgado 4to. de Instrucción en lo penal de la capital cruceña decidió dar curso a la demanda presentada por el empresario Rodrigo Fernando Virreira Meruvia por la comisión del delito de estafa contra el representante de la compañía Samsung, Byung Doo Lee y cinco funcionarios más. Sin embargo, aún pueden presentar un recurso de apelación.

La querella es contundente. Delitos de estafa, extorsión y fraude, ponen en el ojo de la tormenta a los seis ejecutivos de esa compañía que ejecuta la millonaria planta.

Los reclamos y pérdidas en el proyecto sin contemplar los costos financieros ni daños a Serpetbol se resumen en los aumentos salariales y doble aguinaldo por $us 1,5 millones; cambio de las condiciones de estudio de suelo y atraso en la entrega de licencia ambiental por $us 4,3 millones; liberación de interferencias en las áreas de trabajo y retraso en la provisión de tuberías y cambio de ingeniería por $us 6,4 millones.

Los contratos suscritos con Serpetbol consistieron en preparación de sitio, de fecha 16 de julio de 2013, por $us 2,8 millones, tuberías enterradas del 30 de enero de 2014, por 3,8 millones y la construcción de obras civiles del 4 de febrero de 2015 por $us 11,3 millones.
La documentación refiere que todas las obras fueron concluidas y entregadas a Samsung en 2015 e inicios de 2016. De igual forma, Samsung contrató a Serpetbol facilidades temporales de campamento por $us 14,9 millones, haciendo un total de $us 32,8 millones. No obstante, aún le adeuda $us 12,4 millones.

Consultada la compañía Serpetbol señala que si bien YPFB y el país en los últimos años con mucho mérito se han hecho de numerosas plantas de gas, dos plantas separadoras, y pronto una planta de urea y amoniaco. “Las empresas denominadas ‘EPCistas’ se han llevado cientos de millones de Bolivia como utilidades a sus países, sin tener un solo activo en Bolivia”, hizo conocer la firma.

Alerta que las empresas bolivianas casi sin excepción han quedado destruidas; algunas ya han cerrado, otras muy cerca de tener que hacerlo, teniendo que acudir a la justicia para recibir un pago justo, renunciar a reclamos válidos con el afán de poder recibir un pago que “salve el momento”, y numerosos otros sacrificios para sobrevivir.
Agrega que las compañías de servicios se han declarado en emergencia con un solo pedido, “que nos permitan continuar trabajando y persiguiendo el sueño que aún compartimos con el presidente Morales. Esto solo lo podemos lograr con el cumplimiento y pago de nuestros clientes por trabajos y acuerdos realizados”.

Por su lado, la empresa Samsung no respondió a los requerimientos periodísticos. Se envió cuestionarios a los ejecutivos que están en Cochabamba y no contestaron.
En medio de esta situación, la construcción de la planta de urea y amoniaco, que se implementa en Chapare de Cochabamba, llegó a un 96% de avance, según YPFB.

La estatal confía en que la instalación mecánica de la planta esté terminada hasta enero para empezar con las pruebas y producción.
Kaiser enjuicia a Tecna
El gerente de Operaciones de Kaiser, Carlos Delius, sentó denuncia en la Fiscalía de La Guardia contra la empresa Tecna Bolivia por una supuesta estafa de $us 2 millones por los trabajos realizados en el megacampo Incahuasi.

El caso es investigado por el fiscal de Materia adscrito a la Felcc, Renzo Estévez. Los denunciados son Rubén Carlos Barreto y Óscar Carlos Barbán. Sin embargo, estos no se han presentado a las audiencias.
En criterio de Delius los ejecutivos ‘fugaron’ del país. Sin embargo, hace un mes asumió como representante legal de Tecna el ex presidente de YPFB Juan Carlos Ortiz. El nuevo ejecutivo admitió que enfrentan problemas legales pero evitó dar una posición oficial.

Delius asegura que los adeudos de Tecna con una decena de firmas de servicios asciende a $us 30 millones. Explicó que debido a los problemas financieros que tiene la empresa deudora, de acuerdo con la legislación boliviana (art 748 Código de Comercio), el dueño de la obra, en este caso la petrolera Total, tiene la obligación de cancelar lo adeudado.
Entre las empresas que comparten la angustia de cobrar a Tecna según Delius, figuran Continental, Serpetbol, Kaiser Servicios Equipetrol, Synergy, Consulcad, Panelli y otras más. La lista ya es de conocimiento de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía.

¿Tecna y Total, enfrentadas?
Un documento de fecha 13 de julio de este año revela que la firma Tecna admitió pagos pendientes a los proveedores del proyecto Incahuasi y que los honrará en función de los ingresos que facilite la empresa contratante, es decir, Total.

La reacción no se dejó esperar. Total E&P Bolivie argumentó que la fase I del proyecto Incahuasi se llevó a cabo con la participación de dos empresas contratadas: Tecna, a cargo de la construcción de la planta de tratamiento de hidrocarburos, y Spiecapag, encargada de la construcción de los ductos (líneas laterales de gas y condensado, además de líneas de recolección).

Estas empresas, a su vez, han requerido los servicios de varios subcontratistas en distintos rubros, como es habitual en estos proyectos. Aclara que en el caso específico de la empresa Kaiser, se trata de una empresa subcontratista de Tecna.
“Total ha venido cumpliendo sus compromisos contractuales con Tecna. Es Tecna la llamada a responder sobre su relación con sus subcontratistas”, sintetiza la compañía

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