martes, 23 de agosto de 2016

Siete años para la recuperación del crudo

Un mercado totalmente reconfigurado desde el ingreso del shale oil y del shale gas, la sobreoferta de otros energéticos y la lucha por no perder mercados son algunas de las dificultades que debe vencer el petróleo en el camino hacia la estabilización de su precio. Así lo manifiestan algunos de los expertos con quienes conversó Inversión, en el marco del IX Congreso Internacional Bolivia Gas & Energía, que se realizó esta semana en la ciudad de Santa Cruz.

Las noticias del mundo de los hidrocarburos apuntan a que el precio del petróleo ya tocó fondo y que ahora comienza su recuperación. A eso se suma un acercamiento entre Rusia y Arabia Saudita (vea la página 10) que a muchos hace pensar que podría acordarse un congelamiento de la producción-oferta, con tal de que se iguale, en parte, con la actual demanda.

Pero los anuncios de congelamiento de la producción no deberían ser muy alentadores. La socia directora de la brasileña Prysma E&T Consultores, Sylvie D’Apote, aseguró que "el congelamiento de producción era lo que la OPEP hacía antes, pero ya no, no congela más. No hay acuerdo de congelamiento de producción de parte de la OPEP porque ellos saben que si congelarían, otros aumentarían su producción; entonces, la OPEP acabaría perdiendo algunas proporciones del mercado. Entonces eso no va a ocurrir”.

Una mejoría en la demanda
Desde el punto de vista de D’Apote, lo que ocurrirá es el aumento de la demanda, que se sucederá junto con la recuperación económica. Esto llevará a un aumento de la demanda y, también de a poco, volverá a ponerse en línea con la oferta.

El gerente de la consultora Energy Analysis & Consulting S&P Global Platts, Javier Díaz, dijo que se espera que este momento sea el inicio de un proceso de recuperación lento. "Poco a poco se irá ajustando primero la oferta, deben reabsorberse los inventarios y que la demanda debe seguir creciendo estable a un ritmo de al menos 700 mil a 800 mil barriles diarios para que llegue al punto de que la demanda sobrepase la oferta y entonces se ajuste la oferta”, señaló el especialista a Inversión.

Manifestó que se espera que en 2018 la oferta del crudo empiece a sobre pasar a la demanda y los precios se ajusten a incentivar la producción. "Esperamos que en 2018 los precios de WTI tengan una media de 65 dólares por barril y parte de eso sería por la disminución del Capex (inversiones en bienes de capitales) en actividades de exploración y producción”, aseveró dentro de su exposición en el congreso.

Díaz inició la primera jornada del IX Congreso Internacional Bolivia Gas & Energía 2016, con una exposición titulada "Reconfiguración del mercado petrolero mundial y regional”.

Díaz prevé que primero, en Estados Unidos, la producción reaccionará a un precio de 50 dólares por barril, con el impulso a nuevas perforaciones o la retoma de proyectos que quedaron truncados con la caída de los precios. No sólo la producción, sino también la exploración se verá estimulada cuando el petróleo llegue a un precio cercano a los 80 dólares por barril, con lo que el mercado logrará estabilizarse. "Esperamos que eso sea en alrededor de cinco a seis años”, calculó Díaz.

Pero, ¿a qué nivel llegará la recuperación? "Mucha gente quiere que el precio del crudo vuelva a los 100 dólares por barril, pero nadie puede asegurar que así será. ¿Cuál será el punto de equilibrio a largo plazo? Nadie sabe”, indicó D’Apote.

La reconfiguración del mercado
Mucho de la caída del precio del petróleo tiene que ver con una transformación muy grande en el mercado, debido al ingreso de los proyectos y de la oferta de shale oil (petróleo de esquisto o no convencional) de Estados Unidos.

"La producción de gas y petróleo de esquisto seguirá declinando en lo que queda de este año, para nivelarse en el primer semestre de 2017”, previno el gerente para América Latina de Drillinginfo, Scott Stewart. Además, aumentará el precio de un promedio actual de 47 dólares y llegará a los 50 dólares, según sus cálculos.

En el primer trimestre de este año, debido al bajo precio mundial del crudo, muchos operadores de esquisto no lograron cubrir sus costos, ya que los métodos para extraer shale (fracking) son demasiado costosos y no son sostenibles. En Estados Unidos hay por lo menos 160 compañías en riesgo por el flujo de caja. Stewart mencionó que decenas de empresas dedicadas a la producción de reservorios de petróleo no convencional en los años pasados se declararon en bancarrota, pero que ahora se están reorganizando.

Se requiere una inversión de al menos 2.500 millones de dólares en capital de riesgo para que el shale oil se recupere, pero hay avances en la tecnología que permiten bajar costos y tener menos resultados negativos, señaló el analista invitado por la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE).

Otros energéticos
Antes de que empiece el auge de la producción de gas natural, Estados Unidos era importador de Gas Natural Licuado (GNL). Hoy se gastan miles de millones de dólares en construcción de instalaciones de regasificación GNL y en adaptar puertos para la exportación. Este proceso lleva tiempo, años y años, pero eventualmente las exportaciones de GNL de Estados Unidos influirán sobre los precios del petróleo y del gas natural en el periodo 2017-2020.

El precio del petróleo en el mercado internacional continuará teniendo una gran preponderancia en el valor del GNL, ya que ambos factores están íntimamente ligados. Por el momento hay una gran oferta de GNL en el mundo y varios países con proyectos para dotarse del energético que también puede ser convertido a líquidos.

El impacto sobre el mercado de gas natural
La caída del precio del petróleo ha impactado en el precio del gas natural que Bolivia vende a Argentina y Brasil, ya que los contratos con esos dos países vecinos fijan precios a base de fórmulas que incluyen una canasta de tres tipos de fuel oil y un tipo de diesel oil.
Pero eso no sucede con los precios del gas en otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos, su precio es independiente del petróleo. En otros países los precios se manejan con un piso y un techo límites que no pueden ser sobrepasados.

Las necesidades de gas natural para generación de energía en el mundo han impulsado el mercado del Gas Natural Licuado (GNL), un producto que puede ser encontrado en el mercado spot en el momento en que se necesita. Su precio también puede poner a veces en desventaja las ofertas de gas natural vía ductos.

Sylvie D’Apote, socia directora de Prysma E&T Consultores, destaca que esta situación provocará que las negociaciones entre Bolivia y Brasil por nuevos volúmenes de gas se realicen en un contexto en el cual el precio pudiera ser definido con base en el valor del petróleo en el mercado internacional o sobre la base de la demanda de gas que pudieran tener los vecinos países.

Un estudio realizado por una consultora internacional establece que la demanda de gas de los brasileños depende en gran medida de la demanda de sus hidroeléctricas. D’Apote señaló que Bolivia debe tomar en cuenta a otros actores que también producen gas y que están mirando con buenos ojos al mercado brasileño.

En ese sentido, de acuerdo con la experta, Bolivia debe tener una cierta flexibilidad en la negociación y precios altamente competitivos para no perder el mercado brasileño, teniendo en cuenta que la demanda de este mercado varía mucho en un mismo año. Destacó que hay una demanda creciente de GNL, aunque al mismo tiempo hay una marcada incertidumbre en torno a la demanda y a la producción por la crisis.

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