domingo, 20 de septiembre de 2015

En la Cuenca de Tarija se puede descubrir hasta 25 TCF de gas

La Cuenca de Tarija, conformada por el Subandino Sur, Pié de Sierra y el denominado Antepaís del Chaco, tiene potencial para aportar entre 14 y 25 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas a las reservas del país, según los estudios efectuados no sólo en territorio nacional, sino también en campos argentinos y paraguayos unidos a ésta por las mismas estructuras geológicas.
Poco más de la mitad de la superficie de Bolivia (52,2 %), que equivale a 572.741 km cuadrados está compuesta por cuencas sedimentarias, que son áreas con importante potencial para producir hidrocarburos, líquidos o gaseosos; y, de ellas, el 40 % corresponde a la Cuenca de Tarija (observe el gráfico).
"Si vemos los más de 570.000 km cuadrados de Bolivia, divididos en las distintas provincias geológicas, notamos que la actividad de exploración y desarrollo se centralizó en el Subandino Sur y el Pie de Sierra, que representan menos del 20 % del total de cuencas sedimentarias de Bolivia; son 105.000 km cuadrados aproximadamente”, explica el geólogo Carlos Enrique Cruz.
El profesional tiene 30 años de experiencia en varias compañías petroleras, liderando equipos multidisciplinarios para la generación de prospectos, definición de planes exploratorios e identificación de oportunidades de negocios en el rubro de los hidrocarburos.
Cruz afirma que la Cuenca de Tarija tiene un gran potencial exploratorio debido a la existencia de muchas trampas estratigráficas. Éstas son estructuras geológica o rasgos estratigráfico capaces de retener hidrocarburos, pues se producen por un aumento de la permeabilidad de la roca almacén o roca madre.
El potencial de la Cuenca de Tarija, según el geólogo, cobra más relevancia porque "aún permanece inexplorada”.
Los Monos y Lochkoviano
Cruz tuvo la oportunidad de hacer estudios de geoquímica a más de mil muestras de rocas de pozos y afloramiento y más de 35 muestras de hidrocarburos líquidos y gaseosos de la Cuenca de Tarija. Esos análisis permitieron definir los sistemas petroleros y la madurez de las rocas madres de la mencionada cuenca, que son fundamentales para comprender cómo es la carga de los principales reservorios.
Todo ello permitió también determinar que en el norte de Argentina y en el Subandino de Bolivia, Los Monos es la principal roca madre y tiene la madurez térmica suficiente para generar hidrocarburos. Los Monos es una estructura geológica que recorre gran parte del territorio boliviano, está presente en el Subandino Norte y en el Subandino Sur y llega hasta Argentina.
Cabe señalar que el potencial de esa roca madre cambia en la zona de Santa Cruz de la Sierra, los hidrocarburos proceden de una roca más antigua, denominada Lochkoviano.
El historial exploratorio en estas dos rocas madres tiene altibajos. En el caso del Lochkoviano, hubo un gran impulso a fines de la década de los 50 y principios de los 60, cuando empezaron los descubrimientos, pero luego -durante casi 40 años- las actividades quedaron estáticas y sin crecimiento.
En Los Monos, los primeros descubrimientos fueron a fines de los años 70, en los campos del Río Pilcomayo, cerca a Villamontes. Hasta que, a fines de los 90, se produce un gran salto con los campos del Subandino Sur que dan como resultado el desarrollo de campos como Margarita. "En los últimos 10 años parece que se hubiera estancado un poco”, asevera Cruz.

Dificultades en exploración
En su exposición magistral en el VIII Congreso Internacional Bolivia Gas & Energía, el geólogo argentino hizo una comparación entre la madurez exploratoria boliviana y la argentina.
Ese país avanzó mucho en la exploración, sobre todo de la Cuenca de Neuquén y de la del Golfo San Jorge, por lo tanto se consideran cuencas maduras. "Pero, la Cuenca Austral tiene poca exploración y tiene un promedio de un pozo exploratorio cada 100 km cuadrados; en la Cuenca de Tarija hay un pozo exploratorio cada 800 km cuadrados”, manifiesta Cruz.
La situación es dramática si se observa las provincias geológicas Subandino Norte, Beni y Madre de Dios, donde en promedio hay un pozo de exploración por cada 10.000 km cuadrados.
Tras ese análisis, Cruz considera que "la Cuenca de Tarija está aún más inmadura que la cuenca Austral de Argentina, que es la menos explorada, mientras que las otras tres caen allá, olvidadas completamente”.
"La densidad de pozos exploratorios y la madurez exploratoria de Bolivia indican un gran potencial de producción de hidrocarburos”, concluye el geólogo. Para él, a pesar de que el Subandino Sur tiene fuerte riesgo geológico al definir la ubicación de las trampas estratigráficas, aplicar análisis de sistemas petroleros permitiría discriminar los yacimientos y así hacer una revisión de reservas y recursos por descubrir.

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