domingo, 5 de abril de 2015

Blindar a las empresas estatales de hidrocarburos y dejarlas actuar en forma corporativa,

Recientemente se han destapado nuevos y variados escándalos de corrupción en varias de las empresas estatales de hidrocarburos (NOC) de Latinoamérica. Petrobras, de Brasil, es la empresa abanderada de la región por todo lo que nos vamos informando día a día. Lo anterior debe hacernos reflexionar una vez más sobre cuál es el destino que estamos forjando en el largo plazo para estas nuestras empresas estatales.
Procesos cambiantes
Hemos observado diversos procesos de privatización y nacionalización en las pasadas décadas en toda la región. Los procesos de privatización (desaparecerlas) se han dado generalmente porque las empresas ya no podían más sostenerse por gestiones corporativas y administrativas totalmente ineficientes y también por una muy fuerte dosis de corrupción.
Nos adherimos al sentimiento que existe en la región a mantener nuestras NOC y la decisión de hacerlo es algo soberano de cada país. Empero, si se decide crearlas y/o mantenerlas es para que se fortalezcan y se conviertan en pilares estratégicos de largo plazo para nuestros países y debemos imprescindiblemente blindarlas en ciertos aspectos del poder político de turno.
La historia se repite en nuestra región y una gran cantidad de gobiernos a través de los últimos 100 años han utilizado a estas empresas para: 1) fuente de empleo para allegados políticos y parentela, 2) hacerlas subsidiar y ganar votos vía populismo, 3) forzarlas a invertir en proyectos poco o nada rentables y visibles en un afán electoralista, 4) objeto de recaudación para mantener la maquinaria política de los gobiernos de turno (léase Petrobras) y 5) etcétera.
Lo anterior las torna en empresas no competitivas, las deja sin gobierno corporativo, sin gestión y con magros resultados a la postre. Las arcas del Estado luego deben ir a socorrerlas y/o se las debe privatizar o vender (desparecer), las más de las veces a precio de gallina muerta. Eso no queremos los latinoamericanos que ocurra con nuestras NOC. Entonces debemos institucionalizarlas y blindarlas contra el poder político de turno.
Blindarlas y dejarlas actuar en forma corporativa, competitiva e independiente trae un alto valor para los países. 1) Pueden romper acuerdos de control de precios y mercado que muchas veces pacta el sector privado. 2) Pueden estudiar proyectos estratégicos para el país y apoyar en decisiones a muy frágiles ministerios de Energía. 3) Pueden participar en proyectos que se consideren estratégicos y rentables y allí donde los privados no deseen participar. 4) Pueden generar utilidad para que las mismas se queden en los países. 5) Etcétera.
Blindaje
¿Cómo blindarlas? En primer lugar, los directorios deben estar compuestos por miembros estatales (ministerios y otros, de donde viene la injerencia del Estado) y también independientes (colegios de ingenieros, colegios de economistas y otros), y los requisitos profesionales y responsabilidades claramente establecidos para su contratación y nombramiento. Mejores resultados se observan cuando los independientes son mayoría en los directorios.
Este directorio, a su vez, debe elegir al presidente de la empresa y encargar una terna a una empresa caza-talentos o de recursos humanos con los requisitos claramente establecidos. Es decir, otorgarle un gobierno corporativo que no responda totalmente a los designios y caprichos del poder político de turno.
Tampoco deben tener características sociales (no se las puede hacer subsidiar) y su contribución al Estado debe ser a través del pago de dividendos e impuestos. No deben pedir permiso a los gobiernos de turno para comprar, vender, asociarse y/o participar en los negocios (asociarse en las diferentes actividades al capital privado e internacional es también un tipo de blindaje). Éstas son tareas del presidente y su directorio.
Se las debe sacar de las amarras del Estado en cuanto a contrataciones y procesos de adquisiciones, fusiones o asociaciones para que se tornen competitivas y dinámicas. Se las debe estructurar de manera que puedan levantar capital nacional e internacional (esto también es un tipo de blindaje). Se debe dejar que las empresas en función de sus objetivos, logros y competitividad de mercado remuneren los salarios de su planta directiva, gerencial, profesional y técnica.
Hay mucho más, pero el espacio es insuficiente. Resumiendo, las empresas que sigan este norte tendrán larga y exitosa vida. Las que no lo hagan, muy probablemente correrán a los ministerios a pedir recursos y/o serán privatizadas (desaparecidas) tarde o temprano, situación que nadie quiere Los ejemplos exitosos internacionales de blindaje están a la vista y hay que tomarlos en cuenta.

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