El reciente descubrimiento de yacimientos de fósforo en el municipio de Capinota y el emplazamiento de la planta de urea y amoniaco en Bulo Bulo, a un costo de más de 800 millones de dólares, motivaron la toma de decisiones en la Gobernación, que declaró de prioridad regional la industrialización de los hidrocarburos en Cochabamba en 2015.
“La industrialización de los hidrocarburos es un componente que va marcar agenda los siguientes años”, declaró el gobernador interino de Cochabamba, Ever Clavijo.
La planta de urea, que entrará en funcionamiento el segundo semestre de 2016, “abrirá un mercado para los fertilizantes, dinamizará la economía regional con una expansión estratégica de la frontera agrícola para despertar el potencial que tienen las zonas productivas”, declaró Clavijo.
A partir de la planta de urea y amoniaco de Bulo Bulo en el Trópico, la región está manejando una carpeta ambiciosa de proyectos de industrialización por montos que superan los 20 millones de dólares, informó la semana pasada Rolando Rioja, miembro del directorio ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) por Cochabamba.
El presidente ejecutivo de YPFB, Carlos Villegas, aseguró en octubre pasado que Cochabamba será, en los próximos años, el referente de la industrialización de los hidrocarburos en Bolivia.
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