La máxima autoridad de Petrobras, María das Graças Foster, fue convocada por el Senado brasileño a una audiencia pública para informar sobre el reciente contrato firmado entre las petroleras estatales de Brasil y Bolivia que dio lugar al pago retroactivo de 434 millones de dólares a YPFB por los componentes nobles enviados con el gas boliviano exportado entre 2008 y 2013.
Foster fue convocada por la Comisión de Relaciones Exteriores (CRE) y por la de Infraestructura del Senado brasileño, según la publicación de O Globo del pasado jueves 30 de octubre que señala que la ejecutiva debe proporcionar aclaraciones sobre el acuerdo entre Brasil y Bolivia. Según información oficial de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) el pago fue hecho efectivo en septiembre pasado.
El autor del requerimiento es el senador Ricardo Ferraço del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB/ES) como presidente de la CRE, quien dijo que es necesaria la presencia de Foster. “Recomiendo la presencia de la señora María das Graças Silva Foster, presidenta de Petrobras”, señaló Ferraço en el Requerimiento Nº 55 de la CRE con fecha 30 de octubre.
Como justificación para el requerimiento, señala información del diario brasileño Folha de Sao Paulo, recordó la existencia de un acuerdo alcanzado en 2007 entre el entonces presidente de Brasil, Lula da Silva y Evo Morales.
El acuerdo estableció que Petrobras debía cancelar la suma de 434 millones de dólares por los componentes líquidos (con alto valor agregado) incluidos en los volúmenes de gas importados desde Bolivia.
“Dicho incremento estaría por encima de los montos pactados en el contrato de compraventa de gas natural firmado en 1996 entre Brasil y Bolivia”, según Folha de Sao Paulo.
El monto a pagar se habría calculado de manera retroactiva y, en vista de que ya fue cancelado a YPFB, las Comisiones del Senado brasileño decidieron investigar si dicho pago representa o no un daño económico para el vecino país.
El argumento de Bolivia fue que el llamado “gas rico” posee un mayor poder calorífico y que puede usarse en petroquímica; sin embargo, especialistas brasileños argumentaron por su parte que a lo largo del gasoducto Bolivia-Brasil no existen plantas separadoras por lo que los componentes nobles fueron “quemados” con el resto del combustible.
Según datos de Folha de Sao Paulo, citados en el requerimiento, el reclamo de Bolivia derivó en que Petrobras se viera obligada a pagar “alrededor de dos veces más por la misma cantidad de gas comprado, 30 millones de metros cúbicos por día”.
“De esta forma, teniendo en cuenta la importancia de Petrobras para el país y la gravedad de lo informado es que requiero la realización de audiencia pública con la máxima urgencia posible para discutir el tema propuesto arriba”, señaló Ferraço.
Auditoría
El Tribunal de Cuentas de la Unión, ente fiscalizador independiente del Legislativo brasileño, instruyó hace algunos días la realización de una auditoría al contrato entre Petrobras y YPFB para establecer si hubo daño económico al erario nacional.
Se instruye establecer quién autorizó la negociación, bajo qué criterios técnicos, quiénes participaron y quiénes autorizaron el pago a YPFB.
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