Los propietarios de los surtidores se mantienen en emergencia ante la aprobación de una ordenanza por parte del Concejo Municipal que modifica la distancia que debe existir entre un surtidor y otro, y espera que el alcalde Percy Fernández no promulgue la polémica norma.
Susy Dorado, gerenta de Asosur, indicó que la ordenanza que establece una distancia de 100 metros entre surtidores va en contra de la emitida en el año 2000 (037-A/2000), que establece una distancia de 1.000 metros.
Para Dorado, construir un surtidor, según la distancia establecida por la nueva norma, implicaría que se lo haga hasta en el primer anillo, esto no sería conveniente porque el tráfico vehicular se congestionaría. Además, en caso de alguna explosión se tendría una reacción en cadena.
Dijo que también existiría afectación económica a los dueños de los surtidores existentes. La puesta en marcha de un surtidor demanda una inversión de $us 1.000.000, además se tiene que cumplir con el reglamento de construcción y operación que establece todos los requisitos que debe tener una estación de servicio.
Dorado remarcó que se garantiza el normal abastecimiento de combustible/NM
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