La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) anunció que en dos meses se instalarán chips inteligentes a más de 550 cisternas que transportan combustibles en el territorio nacional para ejercer una mayor fiscalización de estos vehículos.
El director de la ANH, Gary Medrano, informó que el objetivo es evitar el desvío y contrabando de hidrocarburos.
Cada dispositivo costará aproximadamente 20 bolivianos y permitirá rastrear a las cisternas desde el momento en que cargan el combustible.
“En dos meses más, todas las cisternas van a tener su chip para saber exactamente dónde se encuentran o si desviaron su rumbo. Eso es lo que nos permitirá controlar a unas 550 cisternas”, señaló Medrano, en declaraciones a radio Fides.
De registrarse alguna anomalía, se aplicará la Ley 100 que establece la incautación del producto además del motorizado.
La ANH tiene previsto también implementar el sistema B-SISA para realizar un efectivo control en la venta de combustibles. Para eliminar el contrabando de carburantes se hará seguimiento a más de medio millar de cisternas mediante el Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés).
Según el INE en enero se importaron 92.548 toneladas (tn) de combustible por un valor de 96,58 millones de dólares, lo que representa un incremento de hasta 93% en relación a 2011.
En enero del año pasado se internaron 59.332 toneladas por 50,13 millones de dólares.
La subvención a los carburantes este año le costará al Estado 755 millones de dólares.
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