viernes, 1 de agosto de 2008

Derrame en CLHB puso en riesgo vidas humanas

No hubo reacción oportuna para minimizar el daño ambiental

La filtración de carburante contaminado (mezcla de diésel, gasolina, querosén y otros) de una fosa de almacenamiento de la Compañía Logística de Hidrocarburos Boliviana (CLHB), próxima a la refinería Guillermo Elder Bell, desveló la falta de reacción para aplicar medidas de seguridad industrial de la firma y puso en riesgo vidas humanas.
El derrame de combustible, que según estimaciones osciló entre los 2.000 y 12.000 litros, se produjo el miércoles a las 22:00, según vecinos del barrio Palmira. El carburante llegó hasta una cuneta adyacente a la CLHB y de ahí ‘corrió’ hasta las cercanías del parque Lomas de Arenas.
El incidente fue aprovechado por decenas de familias que, debido a la inexistencia de un cordón de seguridad, procedieron a recuperar el carburante con la ayuda de bolsas y botellas plásticas, baldes, bidones y hasta turriles. No sólo expusieron su salud a raíz del contacto directo con el combustible, sino que también arriesgaron sus vidas ante la posibilidad de un incendio.
El jefe de operaciones de la CLHB, Gonzalo Cuba, evitó hacer mayores comentarios. Se limitó a indicar que, conocido el hecho, se tomaron los recaudos para controlar el derrame y así evitar un daño mayor al medio ambiente. “Una brigada de técnicos procedió a filtrar con paños absorbentes el diésel que rebalsó de la fosa, mientras que se conformó una comisión técnica que será la que se encargue de hacer la evaluación del volumen derramado, las causas y los daños medio ambientales”, señaló.
Sin embargo, una fuente de la CLHB reveló que lo sucedido fue consecuencia de dos motivos: la falla en la decisión de evacuación del combustible de la fosa que estaba al límite y la última lluvia caída en la ciudad, que supuestamente provocó el rebalse. “No se hizo la purga que estaba programada. El bloqueo que hicieron las personas con discapacidad días atrás obligó a todo el personal de CLHB a dedicarse a despachar combustible para que no persista la escasez”, explicó la fuente. Además reconoció que la unidad de seguridad ambiental ‘no dio la orden’ de aplicar las medidas de contingencia.
Se evidenció que hasta las 18:00 de ayer no se estableció un perímetro de seguridad por parte de CLHB, Policía, FFAA ni de bomberos. Sólo había algunos efectivos militares al interior de la firma.
Se aclaró que el carburante que recogió la gente no es un producto útil para el uso de los motorizados, por lo que se descarta su venta al detalle.
Desde la Superintendencia de Hidrocarburos, el asesor jurídico Leonardo Chuquie dijo que se conformó de emergencia un equipo técnico para que realice una evaluación de lo sucedido y brinde un informe detallado oficial que determinará las acciones posteriores.
Humberto Toledo, experto en medio ambiente y seguridad industrial, y Hugo de la Fuente, ex superintendente de Hidrocarburos, señalaron que se falló en aplicar las normas internacionales de seguridad para precautelar tres aspectos fundamentales: la vida humana, las propiedades y el medio ambiente.

Se debió hacer

1. De manera inmediata, parar toda la maquinaria de CLHB para que el equipo de seguridad industrial tome el mando con tres prioridades: proteger la vida humana, las propiedades y el medio ambiente.
2. Establecer un perímetro de seguridad con apoyo de la Policía, FFAA y bomberos y no dejar que la gente tome contacto con el combustible.
3. Cubrir con espuma química toda la zona afectada para evitar que se vuelva inflamable.
4. Usar bombas extractoras para evacuar el combustible o, en último caso usar baldes.
5. Evaluar la situación para determinar el grado del impacto para proceder a la reparación.

*Fuente: Hugo de la Fuente (ex superintendente de Hidrocarburos) y Humberto Toledo (especialista en medio ambiente y seguridad industrial)

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