Califican de dudoso supuesto “éxito” de la nacionalización

Se da cuenta que del incremento de los ingresos por concepto de hidrocarburos entre 2000 y 2007, sólo un 18.0% se deriva de la nacionalización.

La abundancia de recursos para el tesoro General de la Nación (TGN), provenientes de los ingresos por hidrocarburos debe tomar en cuenta los actuales precios internacionales del petróleo y, junto a ellos, el precio de exportación de gas natural, que ha contribuido a la extraordinaria expansión de las recaudaciones tributarias y a un superávit fiscal que resulta inherentemente coyuntural.

La afirmación está contenida en la evaluación que realizó la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), del sector energético correspondiente a la gestión 2007, donde hace notar que el precio internacional del barril de WTI ha pasado de 63.98 dólares en abril de 2007 a prácticamente 120 dólares en abril de la presente gestión, un incremento de 87.6 por ciento en sólo un año.

Esa consideración no toma en cuenta que al 17 del presente mes, el barril de crudo ha llegado a sobrepasar los 140 dólares estadounidenses.

De allí que varios son los expertos en el sector que califican de “supuesto éxito” de la nacionalización, el “incremento de las recaudaciones petroleras”, que “al final de cuentas no es tal y no se debe, primordialmente, al incremento de la producción, sino al incremento de precios y al IDH de la Ley 3058 de 2005”.

En esa evaluación, se da cuenta que del incremento de las recaudaciones por concepto de hidrocarburos entre 2000 y 2007, sólo un 18.0% se deriva de la nacionalización; el saldo proviene primordialmente del incremento de la producción, del incremento de precios de exportación y de la aplicación del IDH a partir de mayo de 2005; este incremento de las recaudaciones se hubiera dado con o sin la nacionalización.

Criterios

A dos años de la nacionalización de los hidrocarburos y en contraste con los demás síntomas que ésta ha desencadenado en términos de inversión, reservas, producción, competitividad y perspectivas futuras del sector, se le atribuye como su principal beneficio el haber logrado duplicar la renta petrolera que recibe el estado boliviano.

Sin embargo, apunta que “aunque es innegable, como se da a conocer reiteradamente, que los ingresos para el estado derivados del sector petrolero en Bolivia se han incrementado exponencialmente en los últimos años, es necesario, más allá de la retórica, identificar claramente las diversas fuentes de dicha expansión y la incidencia de cada uno de sus componentes sobre los valores alcanzados: la evolución de los volúmenes de producción sujetos al pago de regalías, el efecto del incremento de precios de exportación, el aporte del IDH introducido en mayo de 2005 a través de la Ley 3058 de Hidrocarburos y, finalmente, los alcances del DS 28701 de nacionalización”.

Recaudaciones

De esa manera, se observa que el país ha gozado en los dos últimos años de un notable incremento en el valor de sus recaudaciones fiscales. Los ingresos corrientes del sector público no financiero (SPNF) han pasado de los Bs 14,429 millones en 2002 a Bs 43,235 millones sólo cinco años más tarde, un crecimiento del 164.6% durante el período, equivalente a un crecimiento anual de casi el 25% en promedio durante la última media década, significativo desde todo punto de vista.

Ese crecimiento extraordinario de las recaudaciones ha permitido que el país mantenga, por el momento y por segundo año consecutivo, un superávit global del 1.8% del PIB que, aunque significativamente menor que el alcanzado en 2006, de 5.1% del PIB, representa indiscutiblemente un comportamiento inédito en las finanzas públicas desde 1940.

Sin embargo, dentro de las recaudaciones corrientes del SPNF, los aportes del sector petrolero han cobrado una importancia y un peso cada vez mayor, hasta llegar hoy a representar un 48.6% del total, significativamente por encima, inclusive, del total de recaudaciones por concepto de renta interna cuya participación, en los tres últimos años, ha pasado del 57.9% a sólo el 35.1 por ciento en la gestión pasada.