Ante la falta de recursos económicos, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) echará mano de las utilidades de las empresas capitalizadas para encarar su administración.
El 1 de mayo, el Gobierno tomó control de las compañías Chaco, Andina, Transredes y Compañía Logística de Hidrocarburos Boliviana (CLHB).
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, informó que estas empresas tienen un “flujo de caja” considerable que asegura recursos para invertir. “En el proceso anterior a la promulgación del decreto del 1 de mayo —declaró la autoridad— hicimos un análisis exhaustivo financiero y todas las empresas tienen un flujo de caja de tal manera que nos asegura la inversión en Chaco, Andina, Transredes y en la CLHB”.
Además se buscará garantizar un crédito de 100 millones de dólares de la Corporación Andina de Fomento (CAF) para la construcción del gasoducto Carrasco-Cochabamba que impulsaba la empresa Transredes.
El presidente de YPFB, Santos Ramírez, sostuvo el fin de semana que uno de los principales problemas que tiene la estatal es la falta de recursos financieros para afrontar la exploración, la producción y la refinación.
Villegas reconoció esa falencia porque la Ley 3058 de Hidrocarburos dispone la refundación de YPFB, pero no le asigna dinero.
Antes, la estatal obtenía el 6 por ciento de los ingresos por participaciones y regalías, ahora se quedó sin recursos.
El 1 de mayo, el Gobierno tomó control de las compañías Chaco, Andina, Transredes y Compañía Logística de Hidrocarburos Boliviana (CLHB).
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, informó que estas empresas tienen un “flujo de caja” considerable que asegura recursos para invertir. “En el proceso anterior a la promulgación del decreto del 1 de mayo —declaró la autoridad— hicimos un análisis exhaustivo financiero y todas las empresas tienen un flujo de caja de tal manera que nos asegura la inversión en Chaco, Andina, Transredes y en la CLHB”.
Además se buscará garantizar un crédito de 100 millones de dólares de la Corporación Andina de Fomento (CAF) para la construcción del gasoducto Carrasco-Cochabamba que impulsaba la empresa Transredes.
El presidente de YPFB, Santos Ramírez, sostuvo el fin de semana que uno de los principales problemas que tiene la estatal es la falta de recursos financieros para afrontar la exploración, la producción y la refinación.
Villegas reconoció esa falencia porque la Ley 3058 de Hidrocarburos dispone la refundación de YPFB, pero no le asigna dinero.
Antes, la estatal obtenía el 6 por ciento de los ingresos por participaciones y regalías, ahora se quedó sin recursos.
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