domingo, 28 de octubre de 2007

Surtidores ya no tienen diésel y aún falta presencia militar

Las principales ciudades capitales, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro y Potosí, sufrieron ayer la falta de diésel pese a la anunciada militarización de las estaciones de servicio, para coadyuvar en el control de la venta del combustible. Según informaron desde el Ministerio de Defensa, aún falta la firma del ministro Wálker San Miguel para cumplir con la resolución de resguardo.

Desde el Ministerio de Hidrocarburos, una alta fuente que pidió reserva dijo a El Deber que el Decreto Supremo 29158 preveía que las Fuerzas Armadas (FF.AA.) coadyuvarán en el control de la venta y distribución de los hidrocarburos, “sólo que falta la firma del ministro San Miguel, que será mañana (hoy)”.

La escasez de diésel en La Paz y en otras ciudades occidentales del país como Oruro, se debe al corte de ruta en Guaqui, el cual impidió el paso de 20 cisternas que tenían que abastecerse del combustible para distribuirlo entre las principales poblaciones de occidente, según explicó el Vicepresidente Nacional de Operaciones de YPFB, José Luis Gutiérrez. “No tenemos el detalle de cuántas gasolineras a nivel departamental y nacional han sido afectadas, pero el corte de ruta en Guaqui es el responsable del desabastecimiento”. Por esa ruta hacia el Desaguadero viajan los camiones con destino al Puerto de Ilo, desde donde llega el diésel venezolano.

De esta manera, Gutiérrez deslindó cualquier responsabilidad de tipo técnico de parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ya que la escasez se debe “a aspectos meramente sociales”. Los distribuidores pasaron la ruta con total normalidad pero a su retorno se encontraron con que el paso estaba cortado, según explica el representante de YPFB.

En un recorrido por las principales distribuidoras de la ciudad de La Paz, varias estaciones presentaban el cartel donde aclaraban que no había el combustible.



En el interior

Varios surtidores de la ciudad de Cochabamba también amanecieron ayer sin una gota de diésel, mientras que otros fueron agotando su cupo durante el día.

No obstante de que YPFB, con el fin de evitar la escasez del combustible, asignó a Cochabamba más de un millón de litros para el fin de semana, la carencia se hizo evidente ya a primeras horas de la mañana. “Ya no tenemos diesel”, era la respuesta de los vendedores.

Las estaciones de servicio Aeropuerto, Cochabamba y Terminal estimaban que su cupo se agotaría en el curso de la tarde de ayer, anticipando que hoy, domingo, no habría ni una gota prácticamente en ningún surtidor de la ciudad.

El presidente de la Asociación de Surtidores Privados de Cochabamba (Asespri), Edgar Delgadillo, sostuvo que “la sobredemanda persiste, YPFB ha entregado volúmenes adicionales (a los surtidores) pero no es suficiente. Hay que hacer un balance a nivel nacional para determinar cuánto más hay que asignar a Cochabamba”.

En la capital oriental también se padeció la falta del combustible. El presidente de la Asociación de Surtidores de Santa Cruz (Asosur), Carlos Talamar, indicó que el cupo de diésel que distribuyó ayer YPFB para la ciudad tuvo varios recortes.

“Para la zona urbana se necesitan 1,6 millones de litros diarios de diésel. YPFB apenas responde con estos cupos. Por ejemplo, para el primer anillo entregaron 20.000 litros cuando en realidad se necesitan 25.000, para el segundo dieron 15.000 en vez de 20.000 y para el tercero 10.000 y no 15.000”.

En un recorrido por 14 surtidores, se pudo comprobar que la venta de este energético es irregular. Sólo en dos gasolineras había el combustible.

Potosí también sufrió escasez, en cambio Sucre vivió una jornada normal.

El Gobierno y Asosur culpan al contrabando

El viernes pasado, el Gobierno decidió la militarización de las 449 estaciones de servicio del país para evitar el contrabando de diésel, la principal causa del desabastecimiento del combustible según el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas. A decir de Pierre Chaín, presidente de la Asociación de Surtidores de Bolivia (ASOSUR), el contrabando de diésel es un mejor negocio que incluso el tráfico de droga, pues por 20 mil litros que se traducen en una ganancia de mil bolivianos en una estación de servicio en la ciudad, en frontera ésa misma cantidad equivale a la suma de ocho mil dólares.

El ministro Villegas dijo que se van a poner en vigencia actitudes más rígidas y habrá un control estricto en cada una de las estaciones de servicio por las noches, “que es cuando generalmente ocurre la salida de diésel porque no hay control”.

Pero según el presidente de ASOSUR, la presencia de uniformados, ya sean policías o militares, sería de una gran ayuda “pero en las rutas del contrabando y no en las ciudades, donde la misma ciudadanía realiza un control social”.

“Los militares deberían resguardar las rutas del contrabando.Por ejemplo, hay diésel destinado al sector agropecuario, el cual es muy difícil de controlar si llega a destino o no. Desde ya, a un contrabandista le resulta muy fácil desviar su camino y hacer negocio con ello en frontera”.

Para Chaín, las distribuidoras son también terriblemente perjudicadas pues la venta es la que les asegura rentabilidad “pero en cuanto falta el combustible, todos nos vemos perjudicados, no sólo el sector de los choferes”.

Con el fin de evitar problemas de desabastecimiento, el país debería comprar 50 mil barriles adicionales a los 200 mil mensuales importados desde Venezuela a través de Puerto Suárez e Ilo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario